La SAT denunció robo de agua de la toma Las Piedras que afecta a Yerba Buena

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Ante los reiterados reclamos por falta de agua en El Corte, barrio Horco Molle y el cuadrante ubicado desde el pie del Cerro San Javier hasta calle Anzorena, entre Boulevard 9 de Julio y calle Las Higueritas, personal de Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) realizó diversos operativos y encontró una conexión clandestina que extraía agua del acueducto Sierra de Javier hacia una finca privada, en el tramo comprendido entre el río Muerto y la Loma de Imbaud.

El presidente de la SAT, Marcelo Caponio, explicó que por esta situación “nuestros abogados realizaron una denuncia penal porque robar agua es un delito y más en un contexto de sequía como la que atraviesa la zona y además, porque están impidiendo que la cisterna de la Loma de Imbaud reciba la escasa agua que deriva la toma».

Con respecto a los inconvenientes por falta de agua en diversos puntos en Yerba Buena, Caponio confirmó que la empresa está trabajando en la recuperación del acueducto de Anfama. “Además, vamos a instalar una cañería de impulsión desde la toma del río Muerto hasta la cisterna de la Loma de Imbaud y realizaremos el mantenimiento de la toma Piedras”, señaló.

“Con estas acciones, como nos pide el gobernador Osvaldo Jaldo, los vecinos de Yerba Buena tendrán un servicio como corresponde”, concluyó.

Conexión clandestina

Cabe destacar que personal técnico de la empresa, liderado por el vicepresidente Carlos Gallac, recorrió la zona de la Loma de Imbaud para determinar cómo se ejecutarán los trabajos para perjudicar lo menos posible a los habitantes teniendo en cuenta que se deben usar maquinarias para poder hacer las instalaciones correspondientes.

Es así que los obreros hicieron el recorrido y, en Las Piedras, se encuentra la toma que capta el agua para derivarla a la cisterna, descubrieron una conexión clandestina.

Por orden de los responsables de la SAT la pesquisa continuó para determinar quién y por qué habían decidido tomar el agua del lecho del río. Siguiendo las cañerías instaladas, descubrieron que varios kilómetros después de la toma, se había construido una laguna artificial de unos 10.000 metros cuadrados (es el tamaño de una manzana de un barrio). El lugar, que tenía instalada una casilla que presumiblemente era para un sereno, estaba rodeado de una cerca electrificada.

El personal de la empresa no sólo identificó al responsable de ese reservorio ilegal, sino que además estableció que la habría destinado para el riego de sus cultivos. Con esa información, las autoridades averiguaron en la Dirección de Recursos Hídricos si el sospechoso (cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones legales) tenía autorización para extraer agua del río Muerto. Al confirmar que la conexión era clandestina, denunciaron el caso.

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