Más 100 efectivos, bajo las órdenes del jefe de la Unidad Regional Oeste, Marcos Goane, cumplieron con la orden judicial dictada el 31 de enero pasado, el desalojo definitivo del llamado “Loteo Gaucho Castro”.
Fueron dos las sensaciones vividas ayer, por un lado, en Casa de Gobierno se percibió cierto júbilo al analizar que más del 90% del territorio de la Reserva Natural La Angostura volvió a estar en manos de la Provincia y de particulares que lograron, después de varios años, la restitución de su titularidad. En El mollar, los compradores de esas tierras insistían que estaban sufriendo un atropello por parte de las autoridades.
Los uniformados se encargaron de custodiar que las máquinas de la Dirección Provincial de Vialidad quitaran los alambrados que marcaban los límites del emprendimiento inmobiliario y las parcelas que ya habían sido adquiridas. Por el momento no se tocaron las casas; las autoridades les dieron plazo otros cinco días para que retiraran todas sus pertenencias. Luego se definirá que sucederá con ellos.
Según la Justicia, un grupo de personas usurpó esas tierras que pertenecen al área protegida de La Angostura. A través de maniobras irregulares, pretendieron darle un manto de legalidad para engañar a las personas que adquirieron los terrenos y que insisten haber comprado en buena fe. Por este caso, el gobernador Osvaldo Jaldo eliminó la Subsecretaría de Dominio Territorial y Hábitat (cuatro de los siete sospechosos tenían vínculos con esa repartición) y creó una Unidad Ejecutora para que se encargara de recibir denuncias e investigar cada una de ellas.
El operativo se desarrolló sin grandes incidentes. Sí hubo un momento de tensión cuando una de las compradoras ingresó a su casa con la intención de prenderse fuego para detener la medida. “Hubo una rápida reacción del personal que estaba preparado para actuar y logramos evitar que tomara esa drástica desición”, sostuvo Goane.