En una nueva saga que sacude el paddock de la Fórmula 1, Flavio Briatore, uno de los personajes más polémicos de la historia de la categoría, estará al frente de Alpine este fin de semana en Imola, pero sin figurar oficialmente como jefe de equipo. El italiano de 75 años, contratado como asesor ejecutivo del Grupo Renault, no posee licencia FIA, lo que le impide ocupar de manera formal la posición de team principal, a pesar de que, en los hechos, es quien dirige el destino de la escudería francesa.
La situación se presenta en un contexto turbulento para Alpine, tras la repentina renuncia de Oliver Oakes el pasado 6 de mayo, apenas nueve meses después de haber asumido el cargo. Oakes dejó el equipo por “motivos personales”, aunque trascendió que su salida estaría relacionada con el arresto de su hermano en Reino Unido. Esta renuncia precipitó la llegada definitiva de Briatore al frente de la toma de decisiones estratégicas del equipo, aunque la FIA dejó claro que no podrá desempeñar funciones oficiales en el circuito.
“Flavio se incorporó al equipo como asesor ejecutivo y sigue siendo consultor. No hay nada más que añadir”, afirmó un portavoz de Alpine, al ser consultado sobre el estatus de Briatore dentro del organigrama del equipo. Por su parte, la FIA aclaró: “Alpine ha cumplido con todos los requisitos reglamentarios relacionados con la salida del Sr. Oakes y ha presentado su registro de personal actualizado. Creemos que es responsabilidad de Alpine proporcionar información actualizada sobre su estructura de gestión, por lo que no haremos comentarios sobre ninguna persona específica que posea un certificado de registro”.
La clave es que Briatore no posee la licencia exigida por el sistema de registro de personal de competidores de la FIA, condición imprescindible para ejercer autoridad dentro del pit lane. Esto se debe, en gran medida, a que no es miembro del personal permanente del equipo. Su rol sigue siendo el de consultor externo, lo que le impide estar acreditado como jefe de equipo oficial.
En su lugar, la figura operativa durante el Gran Premio de Emilia-Romaña será Dave Greenwood, quien ha sido designado como “persona responsable dedicada” por Alpine. Greenwood, quien llegó a la escudería a principios de este año como Director de Carreras, asumirá formalmente las funciones de dirección durante el fin de semana en Imola.
Greenwood cuenta con una trayectoria destacada dentro del automovilismo de elite. Nacido en Wakefield, Reino Unido, en 1978, fue ingeniero de pista de Renault en las temporadas campeonas de 2005 y 2006, justamente bajo las órdenes de Briatore. Luego, pasó por Ferrari como ingeniero de carrera de Kimi Räikkönen y contribuyó al subcampeonato de constructores en tres temporadas consecutivas. También fue Director Técnico en United Autosports, logrando victorias en las 24 Horas de Le Mans y en el WEC, y lideró proyectos especiales en Hitech GP, incluyendo la candidatura del equipo británico a ingresar en la F1.
El ascenso de Greenwood se da en un momento de crisis institucional en Alpine, que además atraviesa una agitada transición deportiva con la promoción del argentino Franco Colapinto en reemplazo de Jack Doohan. El equipo busca desesperadamente recomponer su imagen y rendimiento tras un inicio marcado por la inestabilidad interna.
Mientras tanto, Briatore, aún sin funciones oficiales a los ojos de la FIA, sigue siendo el jefe en la sombra. Su autoridad emana directamente del CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, quien confió en el polémico dirigente para revertir la tendencia negativa de la escudería. Sin embargo, su pasado en la F1, marcado por el escándalo del ‘crash-gate’ en Singapur 2008, sigue generando recelo en buena parte del paddock.
En Imola, Dave Greenwood será la cara visible del equipo en el muro de boxes, mientras Briatore seguirá operando tras bambalinas, moviendo los hilos de una Alpine que sigue sumando capítulos a una novela que parece no tener fin.
