“Te meto un tiro en el pecho”: un hombre amenazó a su vecino de 17 años por la música alta

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Un hombre de 41 años amenazó con un arma a un adolescente de 17 en Vicente López. El conflicto se originó por el volumen de la música que el joven escuchaba junto a un grupo de amigos en su casa durante la noche previa al feriado de Semana Santa.

El agresor, que vive justo detrás de la vivienda de la víctima, fue arrestado el miércoles pasado tras un allanamiento y este viernes recuperó la libertad bajo caución juratoria. La causa está a cargo del fiscal Alejandro Guevara, de la Fiscalía de Vicente López Este.

Si bien las imágenes se viralizaron en las últimas horas, el hecho ocurrió el jueves 17 de abril, cerca de las 7:30 de la mañana, en José Ingenieros al 300.

Según puede verse en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la casa de la víctima, el vecino, identificado como Álvaro Néstor Bulacios, se presentó en la puerta con su camioneta Dodge Ram, la colocó de culata y comenzó a acelerar una y otra vez. Luego bajó del vehículo, golpeó el portón, tocó timbre y gritó hasta que fue atendido. Del otro lado estaba el hijo adolescente del dueño de casa. Entonces, comenzó a insultarlo y a amenazarlo.

“Yo soy tu vecino. Me tenés la pija llena con la música. Si querés tener problemas, seguí poniéndola”, le dijo al menor. Acto seguido, agregó: “Salí a la calle si tenés pelotas, pendejo. Te voy a meter un tiro en el pecho a vos. Me sale 50 lucas que te metan un tiro en el pecho, imbécil”.

En ese tono, continuó con los gritos: “Cortá la música”, vociferó fuera de sí, y le exigió al chico que llamara a su padre. “Les voy a hacer pija los autos y te voy a hacer pija a vos. Cortala, porque te voy a hacer cagar”. En ese momento, le mostró un arma de fuego que llevaba en la cintura y se retiró.

El padre del adolescente, llamado Javier, radicó la denuncia el martes pasado. Fuentes judiciales indicaron que, al día siguiente, comenzaron a realizarse tareas de vigilancia sobre el acusado, que no estaba en su casa sino en su lugar de trabajo. Apenas regresó a su domicilio, la fiscalía dispuso un allanamiento de urgencia y lo arrestó.

En la vivienda secuestraron la camioneta y una pistola semiautomática marca Sig Sauer, modelo P365, calibre 9 milímetros. El arma estaba cargada, con 13 municiones y una bala en la recámara. También se allanó otra propiedad del acusado, en el partido de San Isidro.

La investigación avanzó con rapidez. Según pudo saber este medio, Bulacios fue indagado tras su detención. En su declaración, sostuvo que actuó de ese modo por estar sobrepasado por problemas personales y familiares. En ese sentido, mencionó enfermedades graves en su entorno cercano. También dijo estar profundamente arrepentido y pidió disculpas.

El hombre está imputado por los delitos de coacción agravada por el uso de un arma de fuego de guerra y portación ilegal de arma de fuego.

Las fuentes consultadas explicaron que el acusado es legítimo usuario de armas, pero no cuenta con permiso para llevarla consigo, mucho menos cargada.

El arma secuestrada en el allanamiento a Bulacios

Además, Bulacios se encuentra imputado en otra causa por amenazas, que también está en trámite. En ese expediente se lo acusa de haber amenazado de muerte a una vendedora durante una discusión en un comercio. Esa causa es reciente: fue indagado esta misma semana.

Este viernes el juez de Garantías interviniente le concedió la excarcelación bajo caución juratoria. La fiscalía no estuvo de acuerdo con esa decisión y analiza apelar.

Así las cosas, ahora la familia del menor podría tener un rol clave en la continuidad del proceso. El padre del adolescente es querellante en la causa y tiene la posibilidad de optar por una resolución alternativa: una mediación penal.

Esa vía contempla condiciones que las partes pueden establecer, como la prohibición de contacto o un eventual alejamiento del agresor. Si ambas partes llegan a un acuerdo, la causa podría finalizar por esa vía, tal como prevé el artículo 59 inciso 6º del Código Penal.

El relato del padre de la víctima

Javier habló con los medios este viernes. En declaraciones televisivas, contó cómo fueron los hechos previos a la amenaza. “Mi hijo está bien, aunque le afecta un poco lo que dicen en redes sociales. Vivimos con miedo”, aseguró.

Según su relato, la noche anterior al ataque, su hijo de 19 años organizó una cena con amigos en el quincho del fondo de la casa. “Pusieron música alta, pero no era una fiesta. Estuvieron hasta las 12:30 o 1 de la mañana”, detalló.

Javier vive en la propiedad desde 2009. El acusado se habría mudado hace poco más de un año a una casa ubicada justo detrás, lindera con el fondo del terreno.

“La única vez que hablé con él fue cuando estaba con un albañil arreglando el techo. Me llamó, me dijo ‘capo’ y me hizo un comentario sobre una rajadura en una pared. Nunca tuvimos problemas”, recordó.

Tras ver las imágenes de las amenazas, concluyó: “Cuando bajó del auto con el arma, preguntó por mí… Si yo hubiese estado, no sé cómo habría terminado. Porque yo hubiera abierto la puerta”.