Condenaron al empresario acusado de asesinar a la periodista Griselda Blanco, luego de descartar el femicidio

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Luego de que se cumplieran dos años del crimen de Griselda Blanco, la periodista de Corrientes que fue asesinada el 20 de mayo de 2023, el juez del Juzgado de Garantías de Curuzú Cuatiá, Martín José Vega, condenó a 12 años y 6 meses de prisión al empresario Darío Alfredo Ricardo Holzweissig.

Después de que la defensa y la fiscal Clara Belén Arrúa, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas, acordaran realizar un juicio abreviado, este viernes se conoció la pena que el único acusado deberá afrontar por el delito de homicidio simple.

Según la información publicada por Diario Época, en la audiencia de homologación de la sentencia también estuvieron presentes los hijos de la víctima, junto a sus representantes legales. Previamente, la querella había criticado a la Fiscalía por haber negado que se hubiera tratado de un caso de femicidio.

“Nos duele que no se pueda investigar una causa con perspectiva de género, con tantas causas de femicidio que hay en el país, es inexplicable”, había criticado la abogada Andrea Tribbia durante un diálogo con Radio Dos, tras denunciar que las autoridades se habrían cerrado a la hipótesis de que la víctima habría amenazado a Holzweissig, con contarle a su esposa de los encuentros esporádicos que mantuvieron.

El empresario fue condenado este viernes, tras aceptar un juicio abreviado (Gentileza: Diario Época)

Al comienzo de la investigación, la fiscal María José Barrero Sahagún planteó que “hay indicios de una relación conflictiva”, tras mencionar las conversaciones que tuvo Blanco con el empresario. Incluso, señaló que “podría ser el móvil para dar muerte a Griselda Blanco”, pero nunca se modificó la carátula.

Según reconstruyeron los investigadores, el crimen ocurrió entre las 2 y las 4 de la madrugada del 20 de mayo de 2023, cuando el acusado apuñaló a la periodista en el cuello y terminó por estrangularla con un lazo. Todo ocurrió en la casa que tenía la víctima en Curuzú Cuatiá.

Luego de que se descartara la hipótesis de que el crimen estuviera relacionado con las denuncias que había realizado como parte de su profesión de periodista, las autoridades detectaron al empresario en la escena por medio de un análisis de las cámaras de seguridad.

A través de los registros, el personal de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) notaron la presencia de un automóvil Suzuki Fun en el domicilio de la víctima. Fue así como descubrieron que era propiedad de Holzweissig.

El momento en el que se vio el vehículo salir de la casa de la víctima

En principio, se verificó que ambos tenían una relación comercial, pero al ahondar en las conversaciones que mantuvieron se llegó a la conclusión de que también había un vínculo sentimental entre ambos. Asimismo, se había ordenado un trazado de la ruta que hizo el hombre durante esa madrugada, lo que ayudó a descubrir que había ido a un descampado cercano poco después de retirarse de la propiedad.

A raíz de la actitud sospechosa del acusado, se realizó un allanamiento en la zona, que terminaría por dar resultados positivos. Pues, en ese lugar, se encontró un cuchillo y un celular roto. El dispositivo había pertenecido a la periodista y, pese a que había dejado de funcionar, los investigadores pudieron acceder a la tarjeta SIM que este portaba.

De esta manera, los peritos recuperaron los mensajes y audios que habrían sido borrados por el empresario antes de deshacerse del celular. Así, se estableció que el vínculo romántico entre ellos había comenzado en noviembre de 2022.

Incluso, apuntaron que Blanco había comenzado “a extorsionar a Holzweissig, exigiéndole dinero para no dar a conocer esta circunstancia (su vínculo) a su esposa, lo que habría desencadenado el móvil del brutal crimen”.

Otro dato que se pudo extraer del chip de la víctima fue “una conversación entre Blanco” y uno de sus hijos, en donde la víctima “le comenta la relación extorsiva que mantenía con Holzweissig” y su miedo de que el empresario la matara. Lo cual habría sido utilizado como sustento por parte de la Fiscalía, para sostener que se habría tratado de un homicidio simple y no de un crimen motivado por el odio de género.