«Fue un problema»: El solo de guitarra que Brian May no podía tocar en vivo

    0
    4

    Por décadas, Brian May fue sinónimo de virtuosismo en la guitarra. Arquitecto sonoro de Queen, su forma de tocar y ese inconfundible sonido forjado con una guitarra construida junto a su padre influyó a generaciones enteras de guitarristas, desde Steve Vai hasta Justin Hawkins. Sin embargo, incluso los dioses de la guitarra tienen sus debilidades.

    En News of the World, el álbum de 1977 con el que Queen se apartó de los paisajes sinfónicos de A Night at the Opera para abrazar la energía del hard rock, May se atrevió a experimentar con una técnica que pronto se volvería uno de los emblemas del rock ochentero: el tapping. Aunque Eddie Van Halen se llevaría la gloria por popularizarla, May ya había incursionado en ella antes aplicándola en el solo de «It’s Late», una poderosa gema semioculta dentro del repertorio de Queen.

    Pero lo que fue una hazaña en estudio resultó ser un desafío en vivo. «Fue un problema hacerlo en el escenario«, confesó May en una entrevista de 1982. «Me resultaba un poco rígido… Si hubiese insistido, probablemente se habría vuelto algo natural, pero no era un camino que me llevara muy lejos. Me parecía un poco truculento”.

    Brian May
    Brian May.

    La técnica de tapping -que consiste en usar ambas manos para martillar el diapasón creando líneas melódicas vertiginosas- no era del todo nueva. Steve Hackett de Genesis afirmaba haberla introducido en el rock progresivo ya en 1971. May admitía habérsela apropiado tras ver a un guitarrista tejano que, a su vez, aseguraba haberla tomado prestada de Billy Gibbons de ZZ Top.

    Aunque May no convirtió el tapping en un sello propio como sí lo haría Van Halen, su incursión en esa técnica en «It’s Late» demuestra su inquietud creativa y su apertura a nuevas formas de expresión, incluso cuando eso significaba lidiar con su propia incomodidad sobre las tablas.

    La canción más subestimada de Queen según May

    Queen fue responsable de una serie de éxitos que dejaron una huella imborrable en la historia del rock. Sin embargo, entre estos himnos, hay composiciones que, a pesar de su complejidad y profundidad, no han recibido el reconocimiento que merecen. Una de ellas es “The Prophet’s Song”, obra que May considera una de las más subestimadas del repertorio de la banda.

    Incluida en el álbum A Night at the Opera de 1975 -el mismo del que formó parte “Bohemian Rhapsody”-, es una pieza de ocho minutos que explora territorios del rock progresivo y experimental, y que May desearía que hubiera tenido mucho más éxito.

    En una entrevista con MusicRadar de 2023, el guitarrista británico dijo: “Hay un millón de cosas que desearía que hubieran recibido más atención. Supongo que ‘The Prophet’s Song’ prevalece más. Solo unas pocas personas que están muy metidas en las profundidades de Queen a lo largo de los años son realmente conscientes de lo que significa ‘The Prophet’s Song’”. 

    Ver más noticias en Indie Hoy.