Después de protagonizar una de las novelas más largas y polémicas del mercado de pases del fútbol argentino, Maximiliano Salas tuvo su debut soñado como futbolista de River Plate: fue el autor de un golazo del equipo de Marcelo Gallardo. El atacante, que llegó desde Racing, marcó en su primer partido en el Estadio Monumental como jugador del Millonario para poner el 2-1 parcial sobre Platense, por la primera jornada del Torneo Clausura.
El futbolista de 27 años fue una de las sorpresas que planteó el Muñeco Gallardo en el elenco de Núñez. Salas se acomodó en el frente del ataque millonario, mientras que a sus costados se ubicaron el juvenil Ian Subiabre y Facundo Colidio, quien marcó un golazo de media distancia para abrir el marcador a los siete minutos de partido. Posteriormente, a los 24, Ronaldo Martínez igualó el resultado con un gol de cabeza.
En un tramo del partido que se estaba desarrollando a favor del equipo dirigido por Cristian Kily González, River armó una sublime jugada asociativa para volver a ponerse arriba en el marcador. Después de una serie de paredes entre Subiabre y el colombiano Kevin Castaño, Salas tuvo su primera intervención en el ataque pivoteando en la medialuna del área.
El ex All Boys le pasó el balón a Santiago Lencina, otra de las jóvenes promesas que fue titular, quien habilitó a Colidio en el costado izquierdo de la ofensiva. El punta tiró un centro rasante para la llegada de Maxi Salas, que únicamente tuvo que empujar la pelota para vencer la resistencia de Juan Pablo Cozzani y entonar el primer grito sagrado con la camiseta de River. ¿El festejo? Emuló la histórica celebración del chileno Marcelo Salas, de quien usó el mismo dorsal de su primera etapa (el 7) y con quien comparte el apellido.
Rodilla izquierda en tierra, mentón al pecho y dedo índice derecho al cielo. Un homenaje que caló hondo en los nostálgicos y generó un primer puente con los hinchas.
El tanto fue convalidado después de una revisión en el VAR, en la que trazaron las líneas por un supuesto fuera de juego.
Vale recordar que el traspaso de Salas se desarrolló bajo una negociación extensa y compleja entre la dirigencia millonaria y la de Racing, marcada por constantes demoras hasta que el delantero activó finalmente su cláusula de rescisión. Con la operación completada, River afrontó a través del jugador el pago de 8 millones de euros netos (alrededor de 9,3 millones de dólares) para desvincularlo de la Academia.
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