Nuevos avances en la investigación por la muerte de José Emilio Parrada, el motociclista que falleció tras impactar contra un cable de fibra óptica cruzado en la intersección de Soler y Marcelo T. de Alvar, en la ciudad de Mar del Plata. Luego de que la Justicia ponga el foco en un grupo de jóvenes, apuntados como los principales sospechosos del hecho, un menor declaró y dio más detalles sobre el caso.
La reconstrucción de los hechos, según confirmaron fuentes judiciales al medio local 0223, se consolidó a partir de la declaración de un menor de 16 años en calidad de testigo ante el fiscal Marcelo Yanez Urrutia, parte del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
Este testimonio permitió establecer que cinco menores participaron en el episodio ocurrido el lunes pasado, cada uno con roles diferenciados.
Tres de ellos se encargaron de atar el cable entre dos árboles, mientras que los otros dos permanecieron en el lugar, aunque sin intervención directa en la manipulación del cable. Hasta el momento, no hay imputados formalmente.
La investigación determinó que cuatro de los menores no son punibles por tener entre 13 y 15 años, mientras que el quinto podría tener 16 años, aunque su identidad aún no fue confirmada.
De acuerdo con los datos recabados, “dos de ellos aparecieron nombrados con sus apodos, pero aún no se conoce su identidad completa”, según señalaron los investigadores.
El expediente cambió de fuero luego de que el miércoles el abuelo de un adolescente de 14 años se presentara en la sede de la DDI y aportara información sobre el grupo de menores involucrados. Tras este giro, la fiscal Florencia Salas se excusó de continuar interviniendo y remitió la causa al Fuero de menores.
Las declaraciones tomadas hasta ahora coinciden en que, tras colocar el cable, los cinco menores permanecieron en la plaza con la expectativa de observar cómo algún vehículo golpeaba el cable y el conductor debía descender. “El primero en pasar fue el motociclista que quedó tirado en el asfalto y allí se fueron corriendo del lugar”, relataron testigos.
El próximo paso para los investigadores será determinar la calificación legal de lo sucedido y, a partir de esa definición, solicitar las medidas pertinentes ante la Justicia de Garantías del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
“No habría en el accionar confirmado hasta el momento una intención homicida, pero es un riesgo que deberían haber pensado al momento de poner un cable tenso a una altura superior al metro”, afirmó un operador judicial consultado por 0223 en el marco de la investigación.
Las primeras investigaciones en el lugar permitieron establecer que el cable se encontraba a un metro veinte de altura sobre el suelo. Según testimonios de vecinos, era similar a uno que había sido reparado previamente por una empresa de servicios de internet.
Al impactar con el tendido, el cuerpo de Parrada fue arrastrado aproximadamente diez metros por la motocicleta. La Policía corroboró que el motociclista contaba con heridas a la altura del cuello, y la “base craneal a primera vista”, señalaron fuentes policiales consultadas por Infobae.
El informe preliminar de la autopsia, finalizado el martes al mediodía, determinó que la causa de muerte fue el fuerte traumatismo de cuello provocado por el golpe directo contra el cable, más que por la caída posterior.
Los investigadores secuestraron en las calles donde yacía Parrada unos 40 metros de cable, con ataduras y restos enredados en el vehículo.
Desde las redes sociales, una persona allegada al motociclista manifestaba su perplejidad frente a lo ocurrido. “No lo puedo creer, compadre, todavía no caigo. Cómo van a dejar un cable colgado en la calle, manga de basuras”, compartió en varios posteos.
