En una semana en la que los grandes nombres del circuito profesional estuvieron ausentes y en la que siete de los tenistas argentinos marcaron un récord llegando a cuartos de final y, luego, tres a semifinales, pero en la que finalmente ninguno consiguió ganar el título en los tres certámenes que se disputaron, a muchos les quedó girando la misma pregunta: ¿se desaprovechó una oportunidad o, verdaderamente, el tenis argentino tuvo una gran semana?
La mini gira de canchas lentas en Europa, posterior a Wimbledon, le permitió al tenis argentino disfrutar de buenos resultados. Es cierto, luego del césped y antes del comienzo de los torneos sobre cemento en Estados Unidos, a excepción de Andrey Rublev (10° de ATP) y Casper Rudd (13°), el resto de los tenistas Top 15 decidieron tomarse un descanso o armar una pretemporada sobre superficie dura.
En ese contexto, los argentinos continuaron compitiendo y aparecieron las victorias, casi contra el mismo nivel de jugadores con los que semanas previas se quedaban en el camino. Los números parecieron mostrar un gran progreso, pero ninguno de ellos terminó levantando el trofeo mayor. El entusiasmo por los siete argentinos en cuartos de final se extendió, ya no tan frenética, detrás de las tres victorias que permitieron tener esa cantidad de semifinalistas: los hermanos Francisco y Juan Manuel Cerúndolo y Camilo Ugo Carabelli.
Francisco y Camilo lo hicieron en Bastad, Suecia, mientras que Juan Manuel lo intentaba en Gstaad, Suiza. Y el menor de los hermanos fue el único que consiguió llegar a la definición, aunque terminó cayendo ante el kazajo Alexander Bublik, de un gran presente y con sus mejores resultados en polvo de ladrillo.
¿Se desaprovechó la semana sin esos Top 15? Si bien la cantidad de argentinos en cuartos de final no pudo garantizar el objetivo, tal vez quien sí pudo haber desaprovechado el no ganar su primer título del año fue Francisco Cerúndolo, quien partió como sembrado N° 1 en Suecia y había tenido un muy buen año hasta Roland Garros. En su favor, debe decirse que se topó con la mejor semana del gesellino Luciano Darderi, que juega para Italia y terminó quedándose con el trofeo.
Sin embargo, y a pesar de que los tenistas nacionales siguen sin conseguir títulos en el circuito profesional, desde el 23 de febrero, cuando Sebastián Báez conquistara por segundo año consecutivo el ATP 500 de Río de Janeiro, los indicadores dicen que la semana fue aprovechada por los tenistas argentinos. ¿Por qué?
En primer lugar, logró revertirse la ausencia en las finales de torneos, después de tres meses y medio, cuando el 6 de abril, el mismo Seba fue quien pisó la cancha para intentar ganar el certamen de Bucarest. Un dato no menor.
Esta vez le tocó a Juan Manuel Cerúndolo, quien no sólo no llegaba a una final de un certamen ATP, desde que lo hiciera en el Córdoba Open en febrero de 2021, sino que después de su actuación en esta semana, volvió a ser parte del Top 100, avanzó 28 posiciones y se instaló en el puesto 81° del ranking mundial. La última vez que pudo estar en el privilegiado grupo de los 100 había sido el 16 de octubre de 2023, casi dos años atrás.
Su hermano Francisco, tal vez a quien se le esté exigiendo un poco más, venía de atravesar el mes de junio sin victorias y acumulaba 4 derrotas consecutivas, 3 de ellas en el debut, y no conseguía ganar 2 partidos seguidos desde Roma, a mediados de mayo. En Bastad no sólo logró eso, sino que, además, llegó a semifinales, algo que no le sucedía desde comienzos de mayo, en el Masters 1000 de Madrid.
Camilo Ugo Carabelli fue otro de los semifinalistas y, tal vez quien más rédito le haya sacado a esta semana. Venía de 5 derrotas consecutivas, 4 de ellas en el debut, no ganaba 2 partidos consecutivos, en torneos ATP, desde marzo, en el Miami Open, pero en Suecia logró revertir esa tendencia y volvió a llegar a semifinales, como lo había hecho en febrero, en la continuidad de los torneos de Río de Janeiro y Santiago de Chile, lo que lo llevó a mejorar su ranking en 8 posiciones.
Otro que logró frenar la inercia de los últimos meses fue Sebastián Báez, después de afrontar 7 derrotas en fila -6 en primera ronda- y de haber conseguido una sola victoria en 9 partidos. Esto le permitió volver a pisar la cancha en cuartos de final, como lo hizo por última vez en abril, en Bucarest.
Mariano Navone está pasando por un año irregular y de asentamiento en el circuito. De estar golpeando las puertas del Top 30, pasó a quedar muy cerca de salir del Top 100, hace pocos días atrás. Por eso, ha sido muy importante para él haber llegado por segunda vez en la temporada a cuartos de final de un torneo de ATP, como lo hizo en el de Río de Janeiro, en febrero. Esto le permitió no retroceder en el escalafón y permanecer en el mismo sector del ranking.
Por su parte, el marplatense Francisco Comesaña también consiguió ponerle freno a dos rachas negativas, esta semana. Volvió a ganar 2 partidos consecutivos -no lo hacía desde mayo, en el Masters 1000 de Madrid-, y dejó atrás las 5 derrotas consecutivas (4 en el debut), con las que había atravesado los meses de mayo y junio. Esto le permitió al Tiburón sostenerse en el escalafón.
Lamentablemente, Tommy Etcheverry pareció ser el único que sigue estancado en su tenis y no logra salir de ese lugar. Para él no hubo mejoría, pero, tampoco, puede quedarse pensando en ello demasiado tiempo, volvió a caer en el debut y sumó su quinta derrota consecutiva
Tal vez la aparición más sorpresiva fue la de Juan Pablo Ficovich (148° del ranking), quien había estado alternando buenos momentos en el circuito Challenger con 4 derrotas seguidas en primeras rondas de esos certámenes. Volvió a jugar un torneo de ATP en el año, el segundo (antes jugó Santiago de Chile), y consiguió ganar su primer partido de la temporada en este tipo de certámenes. Hasta su participación en el torneo mexicano, había ganado 1 partido en los 4 ATP que había participado (Córdoba 2022), de ahí la importancia de las buenas victorias de Juampi en Los Cabos, que le permitieron arribar por primera vez a cuartos de final de estos torneos.
Entre tanto número, la conclusión es que las actuaciones fueron superadoras para los tenistas argentinos, ya que la mayoría consiguió frenar rachas negativas y casi todos lograron progresar en el escalafón, por eso, a partir de esta semana, la Argentina vuelve a aumentar el número de jugadores entre los 100 primeros del mundo y lleva la cifra a 7, con la que alcanza a España, siendo superada sólo por Estados Unidos (10), Francia (10) e Italia (9).