El fin de la impunidad: los mataron a hachazos y un cotejo de ADN identificó al asesino 12 años después

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Muchos llegaron a pensar que estaban ante un doble crimen perfecto. La causa por los homicidios de Luis Epifanio y Graciela Torrent, ocurridos el 11 de julio de 2013 en Santa Rosa, provincia de La Pampa, permanecía abierta, pero solo eso. Durante 12 años fue uno de los casos más conmocionantes e impunes de la capital pampeana. Sin embargo, la ciencia provocó un giro en la causa: el ADN encontrado en la escena coincide con el perfil genético de un hombre que hoy cumple una condena por abuso sexual.

Ese 11 de julio de 2013, Lucía, nieta de Luis, ex dirigente sindical, y de Graciela, que era arquitecta, fue a visitar a sus abuelos a su vivienda, ubicada en la avenida Luro, y se encontró con una escena brutal y estremecedora, sobre todo por el contexto de total indefensión de las víctimas: el hombre tenía una discapacidad motriz producto de la amputación de una pierna. La mujer, por su parte, fue hallada con un profundo corte en el cuello.

Los habían matado a hachazos en medio de un robo y el arma homicida fue un hacha que la pareja utilizaba para cortar leña y calefaccionarse: fue encontrada en el lugar del hecho.

La División Criminalística de la Policía de La Pampa trabajó intensamente en la escena del crimen. Se obtuvieron perfiles genéticos a partir de evidencias de contacto, pero en aquel momento la provincia no contaba con un Laboratorio de Genética Forense, por lo que las muestras fueron enviadas al PRICAI de Buenos Aires de la Fundación Favaloro.

Sin embargo, durante años no se logró avanzar en una imputación concreta, pese a que hubo varios sospechosos. La causa quedó estancada. Parecía un caso impune, un doble crimen perfecto.

Fue clave el Laboratorio Genético Forense del Ministerio Público La Pampa

La causa está a cargo del fiscal General Guillermo Sancho del Ministerio Público Fiscal de la I Circunscripción, quien lleva adelante la investigación junto a las fiscales Gisela Yanina Masi y Selva Araceli Paggi. Y todo cambió hace unas semanas gracias a una actualización de la base de datos del Laboratorio de Genética Forense del Ministerio Público de La Pampa, a cargo de la bioquímica y doctora en Genética de Poblaciones (UBA) Cecilia Bobillo.

“Cuando cruzaron los perfiles genéticos en la base de datos, que se actualiza año a año, el perfil hallado en 2013 arrojó resultado positivo”, expresó a Infobae el fiscal Sancho. Ese match permitió reencauzar la investigación, y la persona cuyo ADN coincidió en el cotejo será imputada por el doble homicidio de Luis y Graciela.

Por lo pronto, ya descubrieron los investigadores que, para 2013, el acusado por el doble homicidio ya era mayor de edad, pero nunca fue parte de los detenidos como sospechosos en esta causa.

Sancho confirmó en diálogo con este medio que el acusado es un hombre oriundo de La Pampa, “actualmente condenado a 20 años de prisión por dos hechos de violación y privado de su libertad”.

Un paso clave para la Justicia

“El avance fue posible gracias al trabajo sistemático del Laboratorio Genético del Ministerio Público de La Pampa, que continúa ampliando y actualizando su base de datos con los perfiles genéticos de personas condenadas por delitos contra la integridad sexual”, sostuvo el fiscal Sancho.

Este cruce de datos permitió romper una larga impunidad y volver a poner en marcha una causa que había quedado paralizada. Y hace recordar a lo que sucedió con la causa de Lola Chomnalez, un femicidio de 2014 que salió del ostracismo por un ADN que llevó a la captura de su asesino una década después.