El mensaje de Excursionistas al descubrirse la identidad del joven hallado al lado de la casa donde vivió Cerati

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El Club Atlético Excursionistas expresó su pesar tras la identificación de los restos de Diego Fernández Lima, exfutbolista desaparecido en 1984

Tras más de cuatro décadas de incertidumbre, el hallazgo y la identificación de los restos de Diego Fernández Lima pusieron fin un caso desconcertante. Frente a esta confirmación, el Club Atlético Excursionistas, donde el joven se desempeñaba como futbolista al momento de su desaparición, emitió un comunicado en el que expresó su pesar ante la noticia.

“El Club Atlético Excursionistas expresa su estupor y tristeza por las noticias acerca de Diego Fernández Lima, quien fuera futbolista de nuestra institución al momento de su desaparición. Enviamos nuestras condolencias y un fuerte abrazo a toda su familia y deseamos que su alma finalmente pueda descansar en paz”, señaló la institución deportiva en una publicación oficial a través de su cuenta de X.

El club también compartió un emotivo y antiguo mensaje de Daniel Viviani, dirigente histórico y socio vitalicio, quien había recordado a Diego en términos profundamente personales al poco tiempo de que se le perdiera el rastro.

La publicación de Excursionistas al conocerse que el cuerpo era de Diego Fernández Lima

“Recordar a uno de los chicos más querido de este plantel que, a mediados del año pasado, desapareciera de su casa, me refiero a Diego Fernández Lima, mi querido Gallego, siempre te recordamos cada vez que nos reuníamos en el vestuario para salir a jugar un encuentro por el campeonato”, dijo en aquel entonces.

“Nuestro esfuerzo era por dos cosas: por Excursionistas, por el Gallego. También el grito del partido final, apretados en el vestuario al grito de ‘se siente, se siente, el gaita está presente’. Alguna lágrima corrió por mi cara al recordar aquel nene que llevaba a Montevideo años atrás”, cerró el dirigente.

La desaparición de Diego se produjo en 1984, cuando tenía apenas 16 años. La última vez que fue visto salía de su casa comiendo una mandarina, con destino a la vivienda de un amigo y posteriormente al colegio, según relató su hermano Javier Fernández, quien tenía apenas 10 años en ese entonces.

En sus declaraciones, Javier remarcó que en aquel momento su padre y su madre, junto con la Policía, interrogaron a amigos del colegio y de Excursionistas. “Quizás sí se supo a qué casa iba, pero pasaron 41 años. Mi madre está fuerte, pero a veces no recuerda”, explicó en diálogo con América TV.

De hecho, una de las pistas que siempre retuvieron y que Javier aún recuerda es de un testigo que lo vio por última vez en la zona de Monroe y Naón. “Le gritó ‘Gaita’, así le decían en Excursionistas, y lo cruzó por ahí (cerca de la casa donde fue enterrado). Era lo único que sabíamos”, dijo. En la publicación de Viviani también lo recordó como Gaita.

El hallazgo de los restos se produjo el pasado 20 de mayo, cuando trabajadores de una obra detectaron restos óseos en una fosa ubicada en una propiedad lindera a la antigua casa de Gustavo Cerati, sobre la avenida Congreso al 3700. La tierra se desprendió desde una medianera y dejó al descubierto el cuerpo.

La familia de Diego Fernández Lima pide justicia y esclarecimiento tras el hallazgo de sus restos, 41 años después de su desaparición.

La identificación fue posible gracias a un cotejo de ADN realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que utilizó una muestra genética tomada a la madre de Diego, de 87 años. Las tareas fueron supervisadas por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61, a cargo del fiscal Martín López Perrando.

El proceso de identificación llevó cerca de tres meses y, según relató Javier, todo comenzó por la iniciativa de su cuñado y su sobrino, quienes se enteraron del hallazgo y lo pusieron sobre aviso. “En ningún momento se me cruzó que podía ser el cuerpo de Diego”, reconoció. La noticia lo sacudió: “Desde ese día duermo poco, lloro mucho, me río”.

A lo largo de más de cuatro décadas, la familia sostuvo la búsqueda con firmeza. “Mi viejo hizo todo con mi vieja, mi hermana, mi primo, familias y amigos del barrio. Nos conocen todos. Estamos acá todavía”, remarcó Javier.

La desaparición ocurrió en una etapa particularmente sensible de la historia argentina. “Como la época era recién saliendo de la dictadura, pensé que lo chuparon. Que estaba en la agenda o era amigo de alguien y lo secuestraron”, explicó.

Con el hallazgo confirmado, la familia atraviesa un momento de fuerte conmoción emocional. “Estamos mal, no entendemos nada. Necesitamos justicia. Saber por qué”, manifestó Javier. “Necesito justicia por mi papá que se murió buscándolo. Por mi mamá, mi hermana. Tenía 16 años Diego, ¿qué hizo? No me entra en la cabeza”, expresó.