La Justicia de Brasil detuvo a Marcelo Jesús Rivas, exentrenador de fútbol tucumano condenado en diciembre de 2022 a cinco años de prisión por tentativa de abuso sexual con acceso carnal. El hombre, prófugo desde 2023, fue localizado en Leme, en la zona sur de Río de Janeiro, durante un operativo de la Comisaría Especializada de Asistencia a la Mujer (DEAM) de Volta Redonda.
Rivas había sido denunciado por una joven jugadora de fútbol en 2016, tras un episodio ocurrido en Yerba Buena. La víctima, identificada como L., había salido de un boliche y se dirigía a una sanguchería cuando se encontró con el imputado. Como se conocían por amigos en común, aceptó compartir un taxi. En el trayecto, Rivas ordenó al chofer que detuviera la marcha, la obligó a bajar y la arrastró hacia la parte trasera del oratorio ubicado en avenida Aconquija y Andrés Villla.
Allí, según la denuncia, la abusó y la agredió físicamente. L. logró escapar con el rostro ensangrentado y sin algunos dientes, hasta que un transeúnte la auxilió.
.
Un expediente que avanzó entre obstáculos
Tras radicar la denuncia —que inicialmente tuvo dificultades para ser recibida—, el caso enfrentó un extenso recorrido judicial. En 2019, la fiscala Mariana Rivadeneira pidió el sobreseimiento de Rivas al considerar prescripta la causa. El juez Facundo Maggio se opuso, aunque luego el fiscal de Cámara Alejandro Noguera confirmó el sobreseimiento.
La querella apeló y logró reactivar el expediente. La fiscala Adriana Reinoso Cuello impulsó su elevación a juicio y el debate oral comenzó en noviembre de 2022, seis años después del hecho.
Condena y fuga
El 10 de diciembre de 2022, tras varias audiencias, la jueza Alicia Freidenberg declaró culpable a Rivas y lo condenó a cinco años de prisión. Dispuso además un tratamiento psicoterapéutico para el imputado dentro del Servicio Penitenciario y asistencia integral para L. a través de la Oficina de Asistencia a las Víctimas de la Corte.
La defensa apeló el fallo y el condenado siguió en libertad hasta que la sentencia quedó firme en octubre de 2023. Sin embargo, Rivas se fugó antes de ser notificado. Los querellantes, Luciana Gramaglio y Martín González, pidieron su captura nacional e internacional. Tanto L. como su hermana denunciaron durante años que, pese a los datos aportados, nunca se logró dar con él.
El rastro en Brasil
El giro llegó en octubre de este año, cuando una delegada policial brasileña contactó a la hermana de la víctima con información clave. La DEAM determinó que Rivas vivía en Morro da Babilônia (Copacabana), donde trabajaba de manera informal en pequeñas obras y servicios de pintura, principalmente para residentes argentinos.
Con esos datos, las autoridades de Brasil activaron los protocolos correspondientes y el Tribunal Supremo Federal emitió la orden de arresto a comienzos de noviembre.
Captura y extradición
El 14 de noviembre, Rivas fue capturado en Leme. En los próximos días se iniciará el procedimiento para su extradición a la Argentina, donde deberá cumplir la condena impuesta.
Fuentes: los primeros
