La concluyente reflexión del coach y mentor de Colapinto: “Franco llegó para quedarse en la Fórmula 1”

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Lucas Benamo en los boxes del Autódromo de Buenos Aires durante la última fecha del Turismo Nacional

Es una de las personas que más conoce a Franco Colapinto ya que trabajó con él desde muy chico y también lo acompañó en sus inicios en Europa. Se trata de Lucas Benamo, quien fue el coach y mentor del actual piloto de Alpine en la Fórmula 1. El ex piloto bahiense se involucró de lleno con el pilarense al punto que gestionó en su momento su primera prueba sobre un monoposto con solo 12 años.

Benamo hoy sigue trabajando con chicos en la formación y también con otros jóvenes que se destacan a nivel internacional como Ignacio Montenegro, campeón del TCR Español. También se desempeña con corredores del Turismo Nacional e Infobae pudo hablar con él en la última fecha corrida en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez.

Sobre cómo se detecta el talento de un piloto, explica que “ya enseguida lo ves manejar, o depende la disciplina que esté, por ejemplo, en el karting, lo ves andar y te das cuenta que tiene condiciones”.

En el proceso de aprendizaje, Lucas destaca que “los chicos son una esponja y son como un disco rígido que está en blanco. Van agarrando conocimiento, una técnica de manejo en el karting y otra para el auto de Fórmula o en un auto de Turismo de tracción delantera y otro de tracción trasera. Uno va puliendo para lo que quiere”.

Lucas se reencontró con Franco hace unas semanas (@lucasbenamo)

El ex corredor de 40 años explica que en la actualidad hay herramientas que pueden ayudar a que un chico pueda potenciar sus condiciones. “Hoy en esta disciplina, en base a un par de vueltas, tiempo y dedicación, también se puede agarrar nivel. Antes por ahí los pilotos con talento natural explotaban más rápido. Hoy por ahí, si no se tiene ese talento y se trabaja mucho, se llega casi al mismo nivel. Hay muchas herramientas para que los chicos mejoren como la tecnología con adquisición de datos, cámaras a bordo y los simuladores. Todo esto hace que evolucionen mucho más rápido”.

Integra una familia fierrera cuya pasión la inició su abuelo Manuel, quien corría en midget. Más tarde, su padre, Enrique, corrió en Inglaterra a principios de los años ochenta y tuvo en su equipo como responsable técnico a Sergio Rinland, ingeniero que trabajó en varios equipos de F1 como Williams, Brabham y Benetton, entre otros.

El trabajo de Benamo también consiste en la contención de un fin de semana y la respuesta mental ante un mal resultado parcial o inconveniente en la pista. “Hoy se trabaja mucho la parte psicológica de los chicos. Cómo está emocionalmente. Nosotros nos damos cuenta si un chico por ahí llega más nervioso o con más tensión. Entonces, tenemos profesionales para darles herramientas, que ellos vuelvan a su eje y puedan estar tranquilos para manejar”. Su labor es clave y sabe lo que es vivir una frustración al punto que en otra entrevista con este medio reconoció que sufrió depresión al tener que retirarse por no tener presupuesto para correr.

Lucas y Franco, el día que giró por primera vez con un monoposto. Era de la Fórmula 4 Sudamericana (@lucasbenamo)

Lucas fue campeón de la Fórmula Renault en 2005, que supo ser el gran semillero del automovilismo argentino. Sobre la pérdida de la “categoría escuela” sostiene que “hoy lo que tenemos es la Fórmula 3 Metropolitana que también tienen los chasis Crespi, como en mi época. Hay nivel de pilotos y más de 30 autos por fecha. Después está la Fórmula 2, que son los chasus Tito, un poco más potentes, pero no pueden juntar muchos autos. Y después la Fórmula Nacional. Es decir, hoy tenemos la vieja Fórmula Renault dividida en tres categorías”.

Para Benamo, el auge generado por Colapinto promovió este resurgimiento de los monopostos en la Argentina. “Veo mucha Fórmula para un país que el monoposto ahora, recién después de la ola de Franco, ha empezado a tomar más auge, pero hasta hace unos años venía medio abandonado. En la época mía, si andabas bien en la Fórmula Renault, te llamaba un equipo TC 2000 y te hacía probar o podías ir a Europa. Hoy como que ya pasás a un auto con techo y hay que aportar presupuesto. Es mucho más complejo porque no hay ninguna política en este deporte para apoyar a los jóvenes talentos. Por eso digo que después de la nueva era, el automovilismo de exportación volvió a ser posible”.

A propósito de Colapinto, hace unas semanas estuvo con el piloto de F1 y cuenta que “tuve la suerte de estar pasando unos días con él en España. Lo veo muy bien. Creo que este mini receso que tuvieron lo aprovechó y entrenó mucho. Le hizo muy bien y lo veo muy fuerte para afrontar la última parte del año”.

Franco Colapinto está haciendo méritos para seguir siendo titular en Alpine en 2026 (Photo by Marco BERTORELLO / AFP)

Lucas subraya que Franco “hizo una carrera muy buena en Holanda. En Italia también, aunque es un circuito que no es muy favorable para el Alpine, por las velocidades que tiene. Lo veo muy firme, muy cerca de Gasly, hasta ganándole, que es lo que tiene que hacer, así que muy contento por el presente de Franco”.

El corredor de Alpine demuestra una maduración debido a que “va agarrando experiencia. Es normal eso también porque los dos debuts que tuvo Franco en F1 fueron siempre durante la temporada, a mitad de año con Williams y a mitad de año con Alpine, y eso es una desventaja importante. Con el paso de las carreras fue agarrando ritmo, confianza y ahora lo veo muy fuerte”.

Colapinto debutó en la F1 el año pasado con Williams y causó sensación ya que en su segunda carrera sumó puntos al ser octavo en Azerbaiyán. Se convirtió en uno de los jóvenes con mayor potencial y como el equipo inglés ya tenía ocupada sus butacas para 2025, debió buscarse otra escudería. Red Bull quiso contratarlo, pero esas gestiones no prosperaron y se confirmó su llegada a Alpine, donde debutó este año en la séptima fecha tras reemplazar a Jack Doohan. Cabe aclarar que el team francés tiene el peor auto de esta temporada y está último en el Campeonato Mundial de Constructores.

Sobre lo que tiene que hacer Franco para conservar su lugar como titular en Alpine en 2026, explica que “debe seguir el camino que está haciendo. Ahora lo está haciendo muy bien. Está haciendo el mérito para quedarse. Para mí, por sus condiciones, llegó para quedarse, así que ojalá que Alpine le dé la posibilidad”.

La charla con Lucas Benamo terminó porque debió seguir trabajando en el fin de semana en el escenario porteño. Hoy, debajo de los autos de carrera, sigue trabajando en el automovilismo con un rol clave como es la formación de pilotos y se desempeña con el mismo profesionalismo y la pasión de cuando estaba arriba del auto de carrera.