La “Messi tucumana”: tiene 12 años, juega en Atlético y se va a Barcelona

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Amparo Lucía Graneros López. Anoten el nombre de esta jugadora de Atlético Tucumán. Ella, con apenas 12 años se anima a soñar en grande. Nació en Tucumán y desde muy pequeña su vida giró alrededor de una pelota. Creció jugando al fútbol con su hermano y, quizás, nunca imaginó que su amor por este deporte la llevaría a embarcarse en una ilusión tan grande como la que tiene por delante: llegar al Barcelona.

Entre San Miguel de Tucumán y Barcelona hay una distancia de aproximadamente 11.000 kilómetros, similar a la que hace poco más de 20 años Lionel Messi hizo con su papá y una pequeña mochila llena de sueños. Amparo, que tiene al “10” de la Selección como máximo ídolo, fantasea con seguir sus pasos. Sin un contrato firmado en servilletas ni nada por el estilo. Ella comenzó a desandar su propio camino y nada parece ser capaz de detenerla. Es que, con apenas dos años de experiencia en Atlético, fue seleccionada por la escuela de fútbol del Barcelona para participar en una clínica en España y en un torneo que reúne a jugadores de distintas academias del club “blaugrana” alrededor del mundo. La noticia llenó de emoción a su familia, a sus compañeros y a todos los que la vieron crecer en las canchas tucumanas.

“Voy a ir a jugar, voy a dar lo mejor de mí para poder tener la oportunidad de quedar”, dice con firmeza Amparo a LA GACETA. Ella tiene claro cuál es su objetivo, aún con la inocencia de una niña que solo quiere divertirse. Eso sí, también sabe que no será fácil, pero la ilusión la empuja a seguir adelante. “Fui a un campus en Salta que organizó el Barcelona, ahí me vieron jugar y me seleccionaron para ir a España”, cuenta con orgullo. En aquel campus había alrededor de 500 chicos, la gran mayoría varones. Eso no la detuvo. Demostró su talento y se ganó un lugar en la competencia más importante de su corta carrera.

Su historia es especial por muchas razones. No es común que una niña sea seleccionada para este tipo de torneos, donde predominan los jugadores masculinos. Para su entrenadora en el “decano”, Gabriela Guerrero, el logro de Amparo es motivo de orgullo no solo por lo que representa para el fútbol femenino, sino también por el esfuerzo y la dedicación que la joven demuestra en cada entrenamiento. “No es frecuente. Estas actividades están destinadas solo a varones, por eso nos llena de orgullo que sea una jugadora de Atlético. Ella tiene mucha conducta, sabe que para ser una profesional tiene que poner mucho énfasis en los entrenamientos. Es buena alumna en la escuela, es responsable, tiene una buena visión de campo y siempre está un paso adelante”, destaca Guerrero, que también fue futbolista.

El camino para las mujeres en el fútbol no siempre es sencillo, y la entrenadora lo sabe muy bien. “Sí o sí, las chicas tienen que tener valores, empatía, responsabilidad, profesionalismo, es un conjunto de cosas para llegar a ese objetivo”, sostiene. A lo largo de su carrera como jugadora y ahora como formadora, vivió desde cerca las dificultades que enfrenta el fútbol femenino. Sin embargo, celebra que las cosas estén cambiando y que historias como la de Amparo ayuden a visibilizar el nivel que tienen las jugadoras argentinas. “En Atlético estamos contenidas, nos estamos ganando un espacio, pero sabemos que afuera todavía hay límites que están relacionados al machismo”, admite la ex volante central.

Fuente: La Gaceta

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