Lapidaria frase contra Gago de un ex futbolista al que dirigió: “Estaba el grupito que jugaba y el resto tenía que sobrevivir”

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Maximiliano Frasquito Moralez, uno de los futbolistas más experimentados que ha dado Racing en los últimos años, se refirió con crudeza a su penúltimo paso por el club, especialmente al trato recibido por el entonces entrenador Fernando Gago. Sus declaraciones sacudieron el entorno de Avellaneda y dejaron al descubierto tensiones internas durante el ciclo del ex DT de Boca, quien por estas horas prepara su desembarco en el fútbol mexicano como responsable técnico de Necaxa.

Moralez, actualmente en la MLS tras cerrar abruptamente su tercer ciclo en Racing, dialogó con TNT Sports para romper el silencio. Comenzó asegurando que el regreso a la Academia era un sueño largamente postergado y que, en sus primeros meses tras llegar desde el New York City en 2023, el trato inicial con Gago y el ambiente en el plantel parecía en orden. Sin embargo, todo cambió rápidamente y terminó convirtiéndose en una experiencia frustrante, al punto que debió aceptar un rol secundario casi desde el arranque: “Uno pretendía una cosa que me dejó clara al principio y los primeros dos meses estaban bien. Pero después las cosas se dieron vuelta de la nada”.

Fernando Gago en su debut como DT de Racing: fue derrota 2-1 ante Central en Rosario

El caso de Moralez no resulta aislado. De hecho, la salida conjunta de otros dos jugadores de peso como Edwin Cardona y Paolo Guerrero coincidió con su marginación progresiva del grupo principal. Según el propio Moralez, la metodología de Gago se apoyaba en un núcleo fijo de apellidos predilectos, mientras que el resto del plantel debía “sobrevivir”. “Él tenía su grupito, que estaban bien, que capaz jugaban un poco más, y el resto tenía que sobrevivir. Yo me sentía al margen de lo que él pretendía. Incluso llegué a pensar que la culpa era mía o asumir responsabilidades que no tenía”, expresó el mediocampista, aportando datos que confirman las versiones sobre el bajo nivel de cohesión que arrastró Racing en la última etapa de la gestión Gago.

El desgaste en la relación fue tan notorio que Moralez describió alteraciones cotidianas: “La relación antes estaba todo bien y después pasaba un día sin saludarte. Eso fue pasando”. Si bien aclaró que en lo personal intentó no tomárselo de manera directa, reconoció que el quiebre no solo fue individual sino más bien colectivo y que, junto a otros referentes, adoptó la decisión de alejarse por cuestiones que no compartía en la conducción grupal. El cierre del vínculo incluyó un último gesto de respeto profesional: “Le di la mano y le agradecí. Le dije que ambos teníamos personalidades diferentes. Fue una decisión personal por cosas que no me gustaron”.

Facundo Roncaglia de Boca Juniors en acción con Maximiliano Moralez de Racing, durante la final de Supercopa Argentina disputada en el Estadio Hazza bin Zayed, al Ain, de los Emiratos Árabes Unidos el 20 de enero de 2023 (REUTERS/Satish Kumar)

El repaso de Moralez sobre su etapa en el plantel dirigido por Gago reveló no solo las inconsistencias de un proyecto que, pese a obtener la Supercopa Internacional en 2023, naufragó entre lesiones, cambios de nombres y falta de continuidad. Según el propio Frasquito, Racing perdió el rumbo puertas adentro y la falta de empatía del técnico con ciertos futbolistas fue un factor clave del distanciamiento: “A veces uno termina diciendo que es culpa suya o se hace cargo de algo que no hizo, pero la realidad es que cambió la relación y no volví a sentirme parte de lo importante del grupo”.

Sus números, en este tercer ciclo, no reflejan su potencial histórico: jugó solo 23 partidos, anotó un gol y brindó tres asistencias. Además, fue actor secundario en medio de la conquista de la Supercopa Internacional ante Boca, un logro que tampoco pudo disimular la incomodidad interna.

Las críticas al manejo de grupo del ex mediocampista vienen repitiéndose no solo desde la salida en Racing, sino también tras su breve experiencia en Chivas y su posterior llegada a Boca. Más allá de los resultados obtenidos y de ciertos ciclos de relativa paz, persiste el señalamiento a su predilección por un grupo estable de futbolistas y a un trato distante con aquellos que pierden terreno en sus planes.