
Walter Nelson y Alejandro Fabbri le pusieron su voz y su sello a una gran cantidad de partidos del fútbol argentino, internacional y de la Selección. Sus relatos y comentarios marcaron una época con inconfundibles frases y momentos memorables. Luego de algunos años, la histórica dupla se volvió a juntar, esta vez para transmitir el Brasileirao. El binomio fue reeditado en la plataforma de streaming Picado TV, que recientemente adquirió los derechos del fútbol brasileño.
“El desafío lo tomamos con total profesionalismo, tanto Alejandro como yo. Lo conozco mucho, tanto como él me conoce a mí y la verdad que es reconfortante trabajar acá que nos dio la oportunidad de hacer el Brasileirao y que empecemos nuevamente a relatar y comentar juntos con Alejandro”, le cuenta Walter Nelson a Infobae.

Fabbri, por su parte, le indica a este medio las sensaciones que le produce esta esperada vuelta: “Este nuevo desafío lo tomamos con la tranquilidad de haber trabajado tantos años juntos, con la experiencia que nos da eso, con el compañerismo que tenemos, la relación siempre amigable. Hemos discutido muy pocas veces. Somos casi de la misma generación y nos entendemos muy bien al aire”.
Ambos supieron ganarse al público en una época en la que la televisión era el único medio que mezclaba audio con imagen. Ahora, con la llegada de las nuevas tecnologías, la oferta se diversificó y se expresan sobre las expectativas que les produce su desembarco en una de ellas, el streaming. Este domingo, por caso, le pondrán voz y análisis al choque entre Botafogo y Fortaleza desde las 15. El encuentro definirá si el equipo que dirige Martín Palermo permanece en la élite.
“Las nuevas generaciones nos van a recibir bien, supongo. Yo tengo experiencia con pibes más jóvenes relatando en boxeo y en fútbol, y me parece que las redes sociales han tenido mucho que ver con aquellos relatos y comentarios que hicimos tantos años. Los padres también les deben hablar a esos pibes. Ellos escuchaban nuestros relatos y comentarios de Alejandro y les deben haber hablado sobre cómo lo hacíamos nosotros y los deben haber hecho escuchar también. Después obviamente está en los gustos. A muchos le gustará, a otros no tanto, porque también aparece gente nueva con proyección y es lógico. Pero nosotros estamos seguros de lo que hacemos”, sostiene el relator de 75 años.
“Habrá que traducir algunas palabras para la gente más joven obviamente, son nuevas audiencias y nosotros tuvimos nuestro pico de trabajo en los 80s, 90s y principios de siglo. Siempre nos habían dicho ‘¿por qué no vuelven a relatar juntos?’. Bueno, ahora tenemos la posibilidad y tenemos que tratar de que salga lo mejor posible. Así que acá estamos con ganas y sobre todo ilusionados con este nuevo trabajo», añade el comentarista.
En consonancia con esa palabras, Fabbri comenta: “Seguramente los padres de los más chicos, de 10, 20 o incluso 30 años tienen el recuerdo nuestro de las transmisiones de los mundiales, el campeonato juvenil Qatar 95. Incluso los más chicos han jugado con nuestras transmisiones en las consolas. Nos grababan de las transmisiones que hacíamos con Walter, el Ruso Ramenzoni y Héctor Gallo y las usaban para las consolas. Fue una linda experiencia que no nos redituó nada”.

Por otro lado, manifiestan lo que significa volver a conformar una dupla que ya está instalada en la memoria colectiva como una de las más emblemáticas del fútbol argentino.
“Volver a trabajar juntos siempre es algo maravilloso porque uno no vive de nostalgia y de recuerdos, uno ahora mira siempre hacia adelante. Estamos muy bien, vigentes. Yo a Alejandro lo veo muy bien y yo también. Estoy con mucha velocidad mental, con espontaneidad, que es lo más importante a la hora de relatar. Trabajar juntos de nuevo es algo que nos pone muy bien y nos motiva muchísimo”, expresa Walter Nelson.
“Es muy lindo volver a trabajar juntos porque, insisto, lo hicimos muy bien y tenemos muchas historias vinculadas a las transmisiones. Hicimos partidos de campeonatos, copas, Copa América, Mundiales, Juegos Olímpicos. En el 2008 fuimos a transmitir a la Selección que ganó la medalla de oro a Nigeria con gol de Di María en Beijing. Sentimos lo mismo a la hora de trabajar juntos porque nos entendemos sin hablar ya conocemos y entendemos lo que el otro va a decir”, afirma Fabbri.

Lo cierto es que transmitir partidos del fútbol brasileño es una apuesta, pero Fabbri confía en que su sintonía con su compañero los llevará por buen camino: “No vemos muy diferente la manera de ver el juego y entendemos que el fútbol puede ser de cualquier país y se pueden aplicar las mismas palabras. Por supuesto que estamos identificados con el fútbol argentino, pero no deja de ser un desafío saber entender la mecánica del fútbol brasileño, la pasión que hay en el momento que se define el campeonato es mejor”.
Por supuesto, tantos años de trabajar a la par y de realizar coberturas les dejó una gran cantidad de historias dignas de recordar y eligieron contar algunas de ellas.
“Anécdotas tenemos un montón después de tantos años de trabajo, casi 20. Mundiales, Copa Libertadores, campeonatos de liga argentina, tenemos muchas, no sé si elegir sólo una. Pero en los Mundiales tenemos muchas. En una, por ejemplo, estábamos por viajar a Marsella en la estación de tren; esto fue en Francia 98. Yo estaba sentado en un banco mientras Alejandro, junto al productor, estaban en un costado; era un día de sol. Yo tenía una campera negra que decía Argentina y jugaba Inglaterra creo que con Túnez y viajaron muchos ingleses en ese tren. Me acuerdo que estábamos esperando el tren y me escupen. Me levanto y veo a tres ingleses insultándome y diciéndome de todo. Los voy a encarar y escucho que Alejandro me grita ”¡Guarda! ¡Cuidado! ¡Mirá para atrás!”, y venían como 200 ingleses, así que automáticamente me hice el tonto y no dije nada, pero me dio mucha bronca. Después subimos al tren, yo quería tomar un café en el vagón donde estaba el bar y estaba lleno de ingleses, tampoco pudimos tomar café, o sea, no fue nada gracioso lo que nos pasó ese día”, recuerda el narrador.
“Tenemos muchas historias. Anécdotas con remiseros, peripecias yendo a las canchas. Nos hemos quedado tres veces en diferentes rutas. Una vez lamentablemente se nos rompió el radiador y tuvimos que quedarnos a hacer dedo en una estación de servicio a 40 kilómetros de Rosario. Otra, camino a La Plata y otra, a la cancha de Lanús. Hacíamos dedo vestidos de camisa y corbata, por lo general un sábado o domingo y nos levantaban. La gente nos ha tratado muy bien”, agrega Fabbri.
Finalmente, el comentarista concluye con una peripecia más de las tantas que les ocurrieron a lo largo de su trayectoria: “Un ejemplo es el de Qatar 95 en el Mundial juvenil de (José) Pekerman. Nos dijeron ‘van a transmitir ustedes pero no lleven camisa y corbata porque no vamos a hacer cámara’. En ese momento no había mucha expectativa con el seleccionado juvenil, porque hasta ese momento no habían ganado nada. No salimos nunca al aire porque no llevamos cámara y Argentina fue campeón del mundo y nosotros dos fantasmas que íbamos al estadio, transmitíamos los partidos y terminaba todo. Lo bueno es que en esa final se le ganó a Brasil y nos vio todo el mundo. En mi caso fue un regalo espectacular porque fue el día de mi cumpleaños”.










