“No voy a prostituirme por un jugador que nos hace ganar partidos”: la frase del DT de Olympique Marsella que sacudió a la Ligue 1

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Roberto De Zerbi fue tajante al referirse sobre el futuro de Adrien Rabiot (REUTERS/Alexandre Dimou)

La conferencia de prensa brindada por Roberto De Zerbi, entrenador del Olympique de Marsella, marcó un punto de quiebre en la tensa situación interna que vive el club tras el escándalo provocado por Adrien Rabiot. El mediocampista francés, internacional con la selección de su país, quedó en el centro de la escena después de protagonizar una pelea en el vestuario con el joven inglés Jonathan Rowe, episodio que derivó en la suspensión de ambos jugadores del primer equipo y aceleró la salida del futbolista.

Según los últimos comunicados oficiales del Marsella y lo ratificado por el propio De Zerbi durante la comparecencia ante los medios, Rabiot vive sus últimas horas como integrante de la plantilla. El escándalo estalló tras la derrota 1-0 ante el Rennes en la primera jornada de la Ligue 1, cuando el técnico italiano decidió apartar a los dos protagonistas del incidente violento. El club detalló el comportamiento de ambos futbolistas como “inaceptable” y resolvió que fueran incluidos en la lista de transferibles, una solución avalada por el personal técnico y fundamentada en el reglamento interno de la institución.

Uno de los momentos más resonantes de la rueda de prensa vino con la declaración tajante de De Zerbi: “No voy a prostituirme por un jugador que nos hace ganar partidos”, frase que ilustró la postura inflexible adoptada por el entrenador. La intervención de los guardaespaldas y la gravedad del episodio impactaron no solo al plantel, sino al propio cuerpo técnico. De Zerbi comparó lo sucedido con una pelea de pub y recordó: “En un lugar de trabajo, si dos empleados se pelean, como en un pub inglés, con un compañero tirado en el suelo porque ha perdido el conocimiento (Bakola), ¿qué debe hacer el empleador en Francia? Hay dos soluciones: la suspensión o el despido. Hablamos con Benatia y Longoria y esperamos al lunes para comunicar la decisión de apartar a los dos jugadores del equipo”.

Rabiot y Rowe, tras el altercado, fueron excluidos de los entrenamientos y partidos oficiales. El mensaje institucional se enfocó en la necesidad de restablecer el orden y la jerarquía en el vestuario. “En un club de fútbol, como en cualquier lugar, debe haber una jerarquía. El club está por encima de todo. Antes de los jugadores, está el entrenador y el club. En la historia reciente, Marsella ha sido protagonista por una falta de orden, una falta de ética dentro del club. Por eso, tuvimos que tomar esta decisión justa, temporal al principio”, explicó De Zerbi al detallar su visión de liderazgo y convivencia en el fútbol profesional.

Adrien Rabiot deberá buscar un nuevo destino tras ser declarado transferible por el Olympique Marsella (REUTERS/Stephane Mahe)

El propio técnico reconoció que estaba en sus manos haber silenciado el incidente, pero sostuvo que su integridad y la del club estaban en juego. “Podría haber hecho como si no viera nada. Pero no pierdo mi dignidad por no perder el campeonato. Yo siempre apoyaré al club. Sí, no se rompieron los dientes, pero esta pelea, nunca había visto algo así. Veía al médico intentando reanimar al otro jugador en el suelo, Rowe y Rabiot peleando… Los guardaespaldas tuvieron que defendernos, separar a los jugadores”, agregó. De Zerbi sostuvo que la determinación de separar a los implicados ayudará al club en el mediano y largo plazo. “En el campo hay que mostrar cojones, como dicen. Pero no entre compañeros. Nadie debe creerse más fuerte que el club. A largo plazo, esto será beneficioso”.

El enfrentamiento entre los dos futbolistas disparó reacciones inmediatas en la dirigencia del Olympique, que priorizó la disciplina y el respeto a la autoridad técnica por encima del rendimiento individual. En ese contexto, De Zerbi insistió en que ningún jugador, por talentoso que sea, puede desafiar los valores y la convivencia en una institución como la marsellesa. “Hay otros jugadores fuertes, otros entrenadores fuertes en todos lados. Pero hay que mantener nuestro comportamiento, quedarnos en nuestro lugar”.

La polémica continuó fuera del vestuario con la intervención de la madre y representante de Rabiot, quien responsabilizó públicamente al Olympique de Marsella de no contar la verdad sobre el altercado. De Zerbi respondió sin ambigüedades al señalamiento, defendiendo a los dirigentes del club: “En el entorno de Rabiot se dicen cosas falsas. No sobre mí, sino sobre Pablo Longoria y Benatia. Yo soy sincero. Rabiot, esta mañana, vino a hablar conmigo después de una semana. La madre olvidó dos cosas: yo decidí hacerlo capitán. Y en un año, le di más atención y cariño a su hijo que al mío propio. Es una decisión justa, donde lo aprecio como hombre”.

El técnico italiano relató detalles personales de su relación profesional con Rabiot, y subrayó la naturaleza irreversible de lo ocurrido. “Hace diez días, cuando estaba buscando una casa, le dije que le daba mi casa en Aix-en-Provence y que yo me iría a un hotel. Lo hice por él. Adrien está arrepentido. Piensa que la decisión fue demasiado grave, demasiado importante. Pero le dije lo mismo que les dije a ustedes y que iba a hablar de esto hoy en la conferencia. Le dije que si hubiera sido mi hijo y yo hubiera sido su entrenador, habría hecho lo mismo como entrenador. Le di un consejo paternal sobre lo que haría si estuviera en su lugar. Pero ahora él decidirá qué quiere hacer”.

La rueda de prensa expuso el malestar de De Zerbi respecto al entorno mediático y familiar de Rabiot, especialmente tras los comentarios públicos sobre el accionar del club. El entrenador reiteró: “Cuando la madre de Rabiot dice que ladro, es cierto, como se ve en el documental sobre el OM. Pero a veces también soy capaz de abrazar, de mostrarle a Rabiot que estamos con él”.