El comunicado decía: “Esta noche ocurrirá una gran sorpresa que el mundo recordará durante siglos». El mensaje fue emitido por el cuerpo militar islámico afirmó que se llevó a cabo “la undécima oleada de la orgullosa Operación Promesa Honesta 3”, en la que se emplearon misiles Fattah-1. Este misil puede ajustar su trayectoria para evadir defensas antimisiles durante su descenso hacia el objetivo, tiene un alcance de 1.400 kilómetros y puede transportar una carga útil de entre 350 y 450 kilogramos.
«Usamos misiles Fattah de primera generación en el reciente ataque contra los sionistas», contó el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en sus redes sociales. Además, las autoridades iraníes afirmaron haber bombardeado un centro de operaciones del Mosad y varias instalaciones de inteligencia militar en Tel Aviv.
Además, se refirieron al asesinato del líder iraní: “Por segunda vez, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han eliminado al jefe del Estado Mayor de Irán, el principal comandante militar del régimen”. Tras una oportunidad repentina durante la noche, aviones de combate de la Fuerza Aérea atacaron un cuartel general tripulado en el corazón de Teherán y, gracias a la precisa información de inteligencia recibida, mataron a Ali Shadmani, el jefe del Estado Mayor, el comandante militar de mayor rango y el hombre más cercano al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei».
¿Cuál es la postura de EEUU?
Trump llamó a evacuar Teherán y se negó a firmar una declaración del G7 que llamaba a desacelar el conflicto entre Israel e Irán, abandonó la cumbre y solicitó que el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) esté preparado en la sala de situación de la Casa Blanca.
El mandatario dijo: «Irán debería haber firmado el acuerdo que les pedí. ¡Qué vergüenza y qué desperdicio de vidas humanas! En pocas palabras: ¡Irán no puede tener un arma nuclear! ¡Lo he dicho una y otra vez! ¡Todos deberían evacuar Teherán de inmediato!».
