“Absurda” y “promiscua”. Así definió la defensa de la jueza Julieta Makintach la acusación formulada en las últimas horas por la Fiscalía Nº1 de San Isidro, que pidió la destitución de la magistrada y le endilgó cinco delitos tras determinar que hay suficientes pruebas contra ella en la causa que la investiga por protagonizar un documental sobre el juicio por la muerte de Maradona, cuyo tribunal integraba.
Por autorizar y participar del film “Justicia Divina” sin el consentimiento de las partes, Makintach -que en paralelo se enfrenta a un juicio político que definirá su futuro- fue imputada por cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.
En este contexto, desde el estudio de los abogados Guerendiain, Corleto y Urrutia, que la representan, denunciaron este jueves una serie de irregularidades procesales que, según ellos, ponen en jaque la validez de la causa y la integridad del procedimiento judicial.
En el escrito, los letrados cuestionaron la legitimidad de la imputación y anticiparon que solicitarán la nulidad del requerimiento fiscal, amparados en el artículo 300 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires.
El conflicto central que expone la defensa de Makintach gira en torno a la supuesta existencia de una “actuación procesal promiscua” entre “algunos abogados de partes adversarias” en el juicio por la muerte de Maradona y “ciertos funcionarios de la acusación pública”.
Según la presentación, esta connivencia habría dado lugar a una acusación “sorprendente y absurda”, que definieron como “carente de sustento jurídico y motivada por intereses ajenos a la búsqueda de la verdad”.
Los defensores de la jueza del escándalo sostienen que el proceso fue “amañado con el propósito de buscar una repercusión mediática, anular el juicio oral y lograr evitar el dictado de una sentencia ajustada a derecho, pero adversa a las pretensiones económicas de algunos intervinientes”.
Asimismo, los abogados de Makintach remarcaron que, desde el inicio, el expediente presenta “insuperables irregularidades” que habilitan a plantear la nulidad de la acusación fiscal.
“Existen constancias documentadas de la existencia de millones de razones que convencieron a propios y extraños en dar inicio a un proceso que todos sabemos que carece de elementos típicos y de conjeturas serias sobre la ocurrencia de conductas comprendidas como delitos”, sostuvieron.
También pusieron en duda la objetividad de los fiscales encargados de la investigación, al señalar que habrían “ocultado vital prueba a la defensa”, lo que, según los abogados, podría vulnerar el principio de imparcialidad y afectar el esclarecimiento de los hechos.
La defensa advierte que esta situación “compromete el derecho a una defensa efectiva de la Dra. Makintach, sino que también afecta la credibilidad del proceso judicial en su conjunto”.
Finalmente, los letrados del Estudio Guerendiain, Corleto y Urrutia anunciaron que presentarán en breve los escritos judiciales correspondientes para formalizar sus planteos de nulidad y exigir el respeto de las garantías procesales.
La defensa fundamentó su estrategia en la supuesta ausencia de “una base jurídica sólida” en la acusación y en la existencia de “tergiversaciones de hechos y el avasallamiento que esa absurda acusación genera” en su representada.
Los abogados de Julieta Makintach insisten en que el proceso “carece de elementos típicos y de conjeturas serias sobre la ocurrencia de conductas comprendidas como delitos”, y anticipan una batalla legal centrada en la validez de la acusación y la transparencia del procedimiento.