Captaba inversores junto a su hermano y les prometían falsas ganancias con granjas de minería cripto: era una estafa

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Leonardo Viqueira, la cara visible de la megaestafa.

Día a día, en Argentina son cada vez más las personas que buscan alguna alternativa para conseguir un rendimiento mayor de sus ahorros, por fuera de los plazos fijos que ofrecen los bancos o los fondos comunes de inversión que impulsan distintas billeteras virtuales. Sin embargo, en algunos casos -por no decir en muchos-, las experiencias no son para nada exitosas.

Eso, precisamente, es lo que ocurrió con las decenas de víctimas que cayeron en el engaño de los hermanos Leonardo y Carlos Viqueira, los falsos “empresarios” que estaban detrás de la app cryptofarm y que estafaron a decenas de personas con una falsa promesa de pago: les proponían invertir en la compra del equipamiento para montar “granjas” de minería de criptomonedas y recibir ganancias mensuales del 5%, pero a medida que pasaban los meses, los retiros de dinero se tornaron imposibles.

En este contexto, este martes a la mañana, y al cabo de casi dos años de una investigación que encabeza el fiscal Alejandro Musso, titular de la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (Ufeic) y personal de la DDI San Isidro de la Policía Bonaerense detuvo a Leonardo Viqueira, el líder de la maniobra y cara visible de la firma Global Digital S.R.L.

Fuentes del caso consultadas por Infobae precisaron que Viqueira fue arrestado en su domicilio, ubicado en la calle Virrey Olaguer y Feliú al 3100, en el barrio de Olivos, partido de Vicente López. Por pedido del fiscal Musso, los agentes no solo procedieron a la detención de uno de los imputados por estafa, sino que además le incautaron su auto, un BMW color negro, su computadora y su teléfono celular.

No obstante, su hermano, Carlos Alberto, también acusado por una megaestafa que, por ahora, cuenta con decenas de damnificados por montos superiores a los 360.000 dólares, todavía no pudo ser localizado por los investigadores y permanece prófugo de la Justicia.

Leonardo Viqueira, junto a una de sus víctimas.

Según consta en la solicitud de orden de allanamiento, secuestro apertura de teléfonos celulares y detención de los hermanos Viqueira, presentada por el fiscal Musso ante el juez Esteban Rossignoli, titular del Juzgado de Garantías N° 4 de San Isidro, la investigación comenzó el 23 de agosto de 2023, cuando una de las víctimas se presentó en la sede de la DDI San Isidro para denunciar que era víctima de una estafa.

De acuerdo al testimonio del damnificado, a principios de 2022 había invertido USD 2.000 en la empresa GLOBAL DIGITAL S.R.L., con la promesa de obtener un 5% mensual de ganancia mediante la actividad de minería de criptomonedas, en el que se suscribió un contrato de locación de servicios.

Al cabo de los primeros ocho meses, el denunciante comenzó a reclamar sus intereses, pero no obtuvo respuesta por parte de la empresa ni de su representante, Leonardo Viqueira.

A partir de esa denuncia, otras personas se acercaron a la sede policial para contar que también habían sido víctimas de la misma maniobra defraudatoria que, según pudo determinar el fiscal Musso, comenzó en junio de 2021 y se extendió hasta fines de 2022.

Los más de 10 damnificados que prestaron declaración en la causa detallaron que firmaban contratos de locación de servicios, accedían a una plataforma web (cryptofarm.com.ar) en la que veían reflejadas sus inversiones y sus supuestas ganancias. Por su parte, los “rescates” de dinero solicitados por los inversores eran entregados por los Viqueira, en persona.

Los hermanos Viqueira captaban a sus inversores con publicidades engañosas, a través de la red social Instagram.

Al analizar todos los testimonios recabados, el fiscal Musso pudo determinar que había un “patrón común” entre ellas.

“Las víctimas fueron captadas a través de redes sociales, referencias personales o el sitio web www.criptofarm.com, o en el local de Cryptofarm, la que publicitaba falsamente la existencia de una empresa dedicada a la minería de criptomonedas. En todos los casos se ofrecía un retorno mensual fijo del 5% sobre la inversión, respaldado por contratos simulados de locación de servicios, firmados por Leonardo Viqueira», se detalla en el expediente al que accedió este medio.

El mismo concluye: “La empresa exhibía imágenes, gráficos y videos de supuestos equipos mineros, así como una plataforma falsa que exhibía montos de dinero y los contratos suscriptos, y también brindaba recibos virtuales con ganancias calculadas en función del precio del Bitcoin. Sin embargo, tras recibir el dinero, luego de dar retornos por pocos meses y permitir la extracción de bajos montos dinerarios, dejaban de responder comunicaciones y no cumplían con los pagos pactados, incurriendo en una maniobra de defraudación sistemática, amparados en la maquinación de la fluctuación de precio del Bitcoin».

Incluso, de la megaestafa también fue víctima la diseñadora web que realizó el sitio de del proyecto “CryptoFarm”. Al brindar su declaración, le contó al fiscal Musso que ella invirtió un total de 12 mil dólares, y que además motivó a amigos suyos a confiar sus ahorros en la firma de sus empleadores. Finalmente, afirmó haber recibido amenazas de parte de Viqueira, quien además portaba armas en la oficina, y sostuvo que actualmente estaría operando bajo el nombre de Global Developer Group.

En relación a las amenazas, otro denunciante, que había llegado a invertir casi 90.000 dólares para la compra de equipos de minería cripto, declaró que en una reunión mantenida para discutir el incumplimiento contractual, Carlos Viqueira le dijo que “estos asuntos se resolvían llenándolos de agujeros”.

Con todas estas pruebas entre manos, el fiscal Musso determinó que los hermanos Viqueira estafaron a al menos 13 inversores, de quienes recibieron una suma total de USD 364.036. Y si bien inicialmente cumplieron con retribuir dividendos mínimos, luego se escudaron en la supuesta baja del Bitcoin para suspender los pagos, generando de esta forma un perjuicio económico a las víctimas.

Asimismo, el líder de la investigación concluyó que “la captación de inversores se realizó a través de campañas publicitarias engañosas difundidas en redes sociales, especialmente en Instagram, en las que se ofrecían supuestas inversiones a partir de 500 dólares, garantizando una rentabilidad fija del 5% mensual, y afirmando que el capital invertido se encontraba resguardado por empresas aseguradoras”.

Tras casi dos años de investigación, el fiscal Musso solicitó al juez Rossignoli una orden de allanamiento para el domicilio de los Viqueira, procedimiento que fue realizado este martes por personal de la DDI San Isidro de la Policía Bonaerense. Al fundamentar los pedidos de arresto, advirtió que había riesgo de fuga -tal como ocurrió con Carlos Viqueira- y de entorpecimiento del desarrollo de la investigación, al recordar que “el imputado cuenta con un antecedente condenatorio por un delito de idénticas características”.

Además, Musso pidió al magistrado que avalara el secuestro y apertura de teléfonos celulares, computadoras, tablets y otros dispositivos de almacenamiento de información, dinero en efectivo y bienes de lujo, elementos que podrían ser de interés para la causa.

En diálogo con este medio, el fiscal Musso contó que ayer, mientras se desarrollaba el allanamiento en el domicilio de los hermanos Viqueira, apareció otra víctima de la megaestafa, por lo cual no descarta que sea una causa “bastante más grande en dinero, y en casos”.