Dos casos paradigmáticos del estado en el que se encuentra el sistema de ciencia y tecnología actualmente salieron a la luz, uno en Mar del Plata, ciudad que fue centro de atención de todo el país por la expedición de un equipo de investigadores a las profundidades del mar y que vio todo el país, y otro en Córdoba.
En Mar del Plata, investigadores del Conicet trabajan de conductores para apps de transporte o buscan migrar para recomponer sus ingresos, según informaron medios locales.
Por otro lado, científicos cordobeses venden yerba para solventar los gastos de su laboratorio.
Lanzaron a través de las redes sociales la campaña “Mate a con-ciencia”
En la Universidad Nacional de Río Cuarto tres científicos venden yerba a 5.000 pesos al kilo para solventar los insumos básicos para poner en marcha el laboratorio de rayos x del Departamento de Física.
«Esto va muy de la mano del financiamiento de las universidades porque muchos de los científicos trabajan en las universidades. Y que las dos cosas estén desfinanciadas, dificulta mucho porque si se pudiera apoyar en el otro se podría palear un poco», expuso en LV12, Manuel Otero, doctor en física y docente de la UNRC.
El objetivo de esta venta de yerba es para «poder juntar algo de plata para hacer andar el equipo que se ganó en un concurso nacional. Cuando se instaló se cortaron los fondos».
Manuel detalló que este equipo «permite saber qué material es el uno está midiendo. Está bueno para cualquiera que desarrolle materiales científicos y también para industrias que fabrican cosas como cosméticos, fertilizantes, minería, entre otros».
Estas máquinas están paradas y eso significa pérdidas. «Tenemos un equipo que salió muchísima plata, está instalado y se puede usar. Y el solo hecho de no hacerlo, puede llegar romperse porque necesita mantenimiento y cuidados».
Antes de concluir, destacó que mucha gente se ha comunicado con ellos. «Nos han escrito preocupados por el tema, obviamente que nuestro caso no es aislado, es algo que le pasa a todo el mundo. Quizá llamó la atención la venta de yerba pero yo lo veo en todos los laboratorios así que por ese lado llegó la empatía. Está bueno que la gente entienda que la situación es crítica».
Fuente: LV12