Condenaron a un pastor evangélico por abusar sexualmente de un fiel en Santa Fe

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La sentencia se dio a conocer este jueves al mediodía

Un pastor evangélico de 44 años, identificado como Guillermo Nicolás Bravo, fue condenado por abuso sexual con acceso carnal calificado en la ciudad de Santa Fe, luego de que la Justicia considerara como probado que se había aprovechado de uno de los fieles que asistían a su iglesia.

La sentencia se dio a conocer este jueves al mediodía, cuando el juez Luis Octavio Silva dictó una pena de 10 años de prisión. Previo a esto, la Fiscalía había solicitado que el ministro de culto fuera sentenciado a cumplir un total de 13 años en la cárcel.

“Valoramos que el juez haya considerado acreditada la atribución delictiva que realizamos y que haya resuelto condenar al acusado por las mismas calificaciones penales que seleccionamos desde la Fiscalía”, afirmaron el fiscal Roberto Olcese y la fiscal Vivian Galeano, luego de conocerse el veredicto.

De acuerdo con la información publicada por Diario UNO de Santa Fe, los fiscales destacaron que la sentencia va en línea con la solicitud de la acusación. “Es cercana a los 13 años que habíamos solicitado en nuestros alegatos”, señalaron al anticipar: “Aguardaremos los fundamentos del magistrado para analizar los pasos a seguir”.

El juicio había comenzado el 15 de septiembre, después de que la víctima denunciara a Bravo en 2021 por el delito de abuso sexual con acceso carnal. Según constó en el expediente de la causa, los hechos ocurrieron entre 2018 y 2019, cuando el joven formaba parte de la Iglesia Tabernáculo de Adoración, de la cual el acusado era el líder espiritual.

La abogada de la víctima aseguró que no se había animado a denunciar por miedo a que no le crean (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al momento de presentar las pruebas, el fiscal Olcese detalló el contexto en el que ocurrieron los hechos, sostuvo que el pastor evangélico “se aprovechó de su rol de guía espiritual para vulnerar la integridad sexual del feligrés”.

La investigación reveló que los abusos no se limitaron a un solo ámbito. “El pastor cometió los ilícitos en diversos lugares, entre ellos, en la casa en la que vivía y en una clínica privada a la que fue a visitar a la víctima en una oportunidad en la que estuvo internado”, precisó la Fiscalía.

Por su parte, Raúl Sartori, abogado defensor de Bravo, aseguró que el encuentro íntimo había sido consentido por ambas partes. Tras remarcar que en la relación no existió coacción o abuso de confianza, había solicitado que el pastor evangélico fuera absuelto de los cargos que pesaban en su contra.

No obstante, la abogada de la víctima, Clara Vázquez, explicó que el joven había demorado en radicar la denuncia en contra del religioso, debido a que temía que nadie le creyera. “Demoró cerca de tres años en denunciar porque decía que nadie le iba a creer por ser varón, mayor de edad y por ser grandote, como dice él”, señaló.

Hasta este jueves, el pastor evangélico estuvo en libertad, obligado a cumplir con una serie de medidas alternativas a la prisión preventiva.

Investigan a un pastor evangélico acusado de haber abusado de varios de sus fieles

Daniel Ponce, el pastor evangélico acusado de abusar de sus fieles

Una acusación similar recae sobre otro pastor evangélico. Se trata de Daniel Ponce, cuyo caso ganó notoriedad después de que varias personas comenzaran a relatar abusos, según revelaron integrantes de la organización Madres Víctimas de Trata.

Desde que se difundió la denuncia, “se multiplicaron los relatos de personas que aseguran haber atravesado situaciones parecidas en diversas provincias, incluyendo Trenque Lauquen”, señalaron representantes de la organización citados por Infobae.

Según la investigación judicial, Ponce reforzó su presencia en comunidades religiosas de diferentes puntos del país durante los últimos dos años. Incluso, llegó a convocar a decenas de seguidores a encuentros y viajes bajo pretextos religiosos.

En esas giras, el acusado habría seleccionado a algunos asistentes, quienes en la mayoría de los casos eran adolescentes o menores de edad, y los habría persuadido para que lo acompañasen bajo la promesa de profundizar su experiencia espiritual. Las denuncias apuntan a que, en ese contexto, el pastor habría cometido abusos sexuales, incluyendo tocamientos.

Hasta el momento, al menos una decena de jóvenes presentaron denuncias formales durante las investigaciones. Los testimonios señalaron que el pastor les aseguraba que esas prácticas formaban parte de “una manera particular de recibir el evangelio y acercarse a lo espiritual”.

A partir de esto, se ordenó la detención de Ponce a fines de julio, tras recolectar los elementos probatorios iniciales. No obstante, el proceso judicial permanece abierto y la Justicia sigue recibiendo información sobre el accionar del pastor en distintas localidades argentinas.