“Buscamos a Anachuri, Jorge Omar (68). Si tenés alguna información llamá al: 911 Policía de Jujuy. Fecha de desaparición: 25-07-25. Fecha de denuncia: 26-07-25. Presenta la siguiente característica física: estatura 1,50 mts., contextura delgada, cabello corto canoso. Vestía chaleco azul, buzo beige, pantalón gris y gorra roja. Tu ayuda es importante. Difundí esta información».
Eso rezaba el flyer del caso que destapó la macabra sospecha de un asesino serial en el barrio de Alto Comedero en la provincia de Jujuy. Matías Jurado está preso y acusado de haber llevado a su casa no sólo a Anachuri sino a otras personas en situación de calle para matarlos.
Ahora, un video convalida directamente esa hipótesis del equipo fiscal liderado por Guillermo Beller.
Ahí se ve a Anachuri el pasado 25 de julio, día en el que desapareció, subiendo a un auto amarillo. “Lo levantó el sospechoso de la calle y se lo llevó en este taxi hasta la casa. Es el testimonio de este remisero el que da fe de ello”, confiaron las fuentes del caso a Infobae.
Es que los investigadores vieron las imágenes de las cámaras de seguridad, cómo Anachuri se subió al taxi con un hombre y ahí tomaron nota de la patente del coche y así llegaron al chofer.
“El remisero dijo: ‘Lo llevé hasta este lugar’. Y ese lugar era la casa donde lo encontraron a Jurado y los restos humanos, con el chico de 16 años que pidió ‘hablar’, y entonces contó como su tío mataba a todos estos hombres”, revelaron la pista crucial del caso.
En la casa de Jurado, los investigadores encontraron además ropa del desaparecido Anachuri.
O sea, en la causa contra el imputado por el homicidio de un hombre en situación de calle e investigado por otras cuatro desapariciones, los detectives tienen ya las imágenes y el testimonio del taxista que lo lleva hasta la casa, la palabra del sobrino y las prendas que se encontraron. Falta que los ADN confirmen las sospechas.
Modus operandi
El modus operandi de Jurado, según la reconstrucción de los investigadores y los testimonios recabados, presentaría una secuencia con patrones reiterados:
- Elegía los días viernes para dirigirse a puntos donde solían encontrarse personas en situación de calle.
- En esos encuentros, ofrecía trabajos circunstanciales —como changas en la terminal— o bebidas alcohólicas.
- Con este método, conseguía persuadir a las personas para que lo acompañaran hasta su domicilio en el barrio Alto Comedero.
- Una vez que accedían a entrar en la casa, las víctimas eran recibidas solo por Jurado; el adolescente que vivía con él solía retirarse.
Los investigadores sospechan que, dentro de la vivienda, Jurado sometía a sus víctimas y procedía a descuartizarlas. Algunos restos humanos eran enterrados en el mismo domicilio, otros se quemaban con la finalidad de reducirlos y parte de ellos se colocaban en bolsas de consorcio que luego eran descartadas en basurales de la zona.
En el interior de la casa, las herramientas halladas por los peritos —como palas, bolsas, carretillas y ollas— formarían parte del cuadro que acompañaría este accionar por el que fue detenido.
El rol del sobrino adolescente del sospechoso fue clave en esta etapa inicial para brindar el detalle del proceso y localizar los sitios donde había restos. Justamente, en las últimas horas, se supo que la declaración del chico que convivía con Jurado, dirigió también a los investigadores a terrenos baldíos y basurales del barrio Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy, ubicados en cercanías a la vivienda.
El chico indicó que, tras descuartizar y quemar los restos, algunas piezas quedaban desperdigadas o enterradas en el predio, mientras que otras eran colocadas dentro de bolsas que el hombre, según el testimonio del menor, arrojaba en basurales de la zona.
De esta manera, la Policía de Jujuy se abocó al rastrillaje en los alrededores en busca de más restos. Fuentes del caso confirmaron a Infobae que en uno de los procedimientos se hallaron más piezas óseas que serán peritadas al igual que las evidencias halladas en el patio de la vivienda.