El menor de 17 años acusado del crimen de Rita Mabel Suárez, la mujer asesinada el pasado jueves frente a su hijo en La Matanza, confesó haber sido el autor del disparo mortal que impactó a la víctima durante el intento de robo que protagonizó junto a otros dos cómplices en la localidad de Villa Luzuriaga.
Según confiaron fuentes del caso a Infobae, el sospechoso se presentó a indagatoria en las últimas horas luego de haberse entregado ante la Justicia por voluntad propia y acompañado de su madre, su padre, su hermana y su cuñado.
Su declaración fue tomada por el fiscal Pablo Insúa, de la Fiscalía Juvenil N.º 1, quien quedó a cargo de la causa tras confirmarse que dos de los delincuentes que participaron del hecho eran menores.
En su relato, el imputado por homicidio se hizo cargo de haber disparado la bala que le provocó la muerte a la mujer de 47 años, aunque aseguró que creía que el arma estaba descargada. En este sentido, dijo que, tras escuchar el estruendo, salió corriendo porque “no esperaba que saliera el tiro” y se asustó.
Al recordar el día del ilícito, el menor declaró que estaba caminando junto con sus dos cómplices -que son conocidos de él- cuando vieron a la víctima, que estaba en la esquina “regalada”. En consecuencia, le confesó al fiscal que los tres decidieron ir a interceptarla para robarle el auto.
Sin embargo, cuando se acercaron, se encontraron con que la mujer y su hijo tenían bloqueadas las puertas del lado de adentro y las ventanillas subidas, por lo que la situación se les complicó.
Fue entonces que el menor sacó su arma –que dijo que no era suya, sino que se la habían prestado y que ese día la iba a devolver- e intentó asustarla mostrándosela.
Según su declaración, el acusado golpeó la ventanilla con la pistola un par de veces y en uno de esos golpes “salió la bala”. Al escuchar el disparo, los tres se habrían asustado y salieron corriendo sin saber que el tiro había impactado en la mujer.
De acuerdo a lo que contó el menor en su indagatoria, él no se enteró de que la víctima había resultado herida ni que había fallecido hasta que, esa misma noche, personal de la DDI de La Matanza golpeó la puerta de su casa en Rafael Castillo.
Ante ese episodio, el imputado dijo que también se asustó y así justificó su reacción ante la llegada de la policía: salió corriendo nuevamente y escapó entre los techos.
A pesar de que logró huir de las autoridades, declaró que, tras tomar conocimiento del crimen, él quiso ponerse a disposición de la Justicia y entregarse. Fue entonces que su familia, que definió como trabajadora, se contactó con un abogado para asesorarse y acordaron que este lunes iba a presentarse voluntariamente en la fiscalía para quedar detenido.
En las últimas horas, el menor finalmente se entregó acompañado de su familia y se presentó a la indagatoria correspondiente. Ahora está alojado en un instituto de menores a la espera de una audiencia clave con el juzgado de garantías, donde se definirá su futuro. En este sentido, su entorno supone que el fiscal pedirá que quede detenido con prisión preventiva y aseguran que el acusado es consciente de eso.
Su cómplice de 16 años, que también se entregó el lunes junto a su madre que lo acompañó, se negó a declarar.
Por el hecho también está detenido otro joven de 19 años, que cayó durante el primer allanamiento de la causa, en el que el de 17 logró escapar. Él fue el primero que declaró ante las autoridades y dijo que había sido su compañero el que había disparado.