La entregadora del brutal crimen de Parque Chacabuco vuelve a la cárcel tras recibir la domiciliaria para “revincularse con su hijo”

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La Policía de la Ciudad en la escena del crimen (TN)

Karen Belén Desimoni, la mujer procesada como partícipe necesaria del brutal crimen de Mario Villanueva, el jubilado de 79 años asesinado a golpes en mayo pasado en su casa de Parque Chacabuco, deberá volver a prisión. Para la Justicia, Desimoni fue la entregadora del crimen: precisamente, era la cuidadora del jubilado. Tras dejar entrar a los ladrones a la casa y permitir su fuga, simuló pedir auxilio, según la acusación en su contra.

Martín Del Viso, el juez del caso, había dispuesto la prisión domiciliaria para la mujer a fines de julio último. El motivo: revincularla con su hijo de seis años. La fiscalía del caso, a cargo del doctor Lucio Herrera, y la familia de Villanueva, constituidos como querellantes en la causa, apelaron el fallo.

Este último jueves, la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones decidió revocar el arresto domiciliario y disponer que Desimoni “continúe cumpliendo prisión preventiva en un establecimiento penitenciario”, según el fallo al que accedió Infobae.

En su decisión, el juez Rodolfo Pociello Argerich -en conjunto con el magistrado Hernán López- afirmó que “la solución adoptada por el juez de la anterior instancia”, en referencia a Del Viso, “no se ajusta a las constancias de la causa”, dado que los riesgos procesales “exhiben la necesidad de que su detención cautelar” se cumpla en prisión. Desimoni regresó a su barrio en San Miguel con una tobillera electrónica y una prohibición de salir del país.

“No obstante, estas medidas resultan insuficientes a fin de disipar los peligros aludidos, frente a la gravedad del hecho imputado y atendiendo a la pena en abstracto que corresponde al suceso que se endilga en calidad de coautora y calificado como homicidio en ocasión de robo”, continuó Pociello Argerich.

Fragmento del fallo de la Sala V que devolvió a Desimoni a la cárcel

Con respecto al hijo de Desimoni, el camarista consideró que “no se advierte que se encuentre en una situación de desprotección o vulnerabilidad que habilite que su progenitora transite la prisión preventiva en su domicilio”.

También, el juez consideró el riesgo de entorpecer la causa. La Policía de la Ciudad aún busca a un prófugo por el crimen de Villanueva: la acusada nunca entregó su nombre. Hay otros dos detenidos: uno de ellos es, precisamente, el ex cuñado de Desimoni.

Del Viso había expresado al otorgarle la domiciliaria a la mujer procesada: “La necesidad manifiesta de que el niño pueda revincularse con su madre en pos de su interés superior”. Un informe de la Defensoría General de la Nación, que entrevistó al niño, apoyó el planteo de la defensa. “Si bien cuenta con un entorno familiar ampliado que lo contendría en la ausencia de la mamá, los equipos técnicos señalaron que el niño necesita de la presencia de su madre para recuperar su figura adulta de referencia, así como para restablecer su centro de vida”, razonó Del Viso en base al informe.

Mario Villanueva murió de una forma particularmente cruel, de acuerdo a la autopsia a su cuerpo contrastada con su historia clínica. Era un hombre frágil: sufría de una importante patología cerebral producto de un ACV, con una cardiopatía hipertrófica y dilatada. Su estado lo obligaba a vivir con la asistencia de una cuidadora, Karen Desimoni. Los golpes que le dieron los delincuentes, de acuerdo a la autopsia, llevaron a la arritmia que le causó la muerte.