La ola de frío polar dejó postales invernales en lugares atípicos del país: nevó en Bahía Blanca, Tandil, Córdoba y Mendoza capital

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Entre ayer a la noche y hoy, una intensa ola de frío polar combinada con humedad generó nevadas en distintos puntos del país, dejando imágenes que sorprendieron tanto por su belleza como por lo inusual de los lugares en los que ocurrieron.

Aunque gran parte de la Patagonia vivió jornadas con temperaturas bajo cero y acumulaciones significativas, lo más llamativo fue la aparición de copos de nieve en ciudades del centro del país como Bahía Blanca, Tandil, Córdoba y la capital de Mendoza.

El evento fue documentado en redes sociales, donde miles de usuarios compartieron videos y fotos de calles, plazas y rutas teñidas de blanco, en lugares donde la nieve es rara o directamente excepcional. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) incluso emitió alertas por nevadas para provincias como Mendoza y Neuquén, incluyendo zonas de baja altitud.

En Bahía Blanca, la combinación de aire frío y humedad también permitió la caída de copos de nieve visibles durante la madrugada, lo que generó sorpresa entre los vecinos.

Más al norte bonaerense, en Tandil, se repitió la escena, con breves precipitaciones de nieve y aguanieve durante la noche del viernes.

Uno de los datos más destacados del evento fue el reporte de nieve y aguanieve en sectores del sur de Córdoba, una provincia donde este tipo de precipitaciones son infrecuentes. En localidades como Río Cuarto y áreas serranas del centro-sur cordobés, se observaron chaparrones breves que dejaron rastros blancos en techos y vehículos, informó Meteored.

En Mendoza, la situación fue similar. Godoy Cruz, San Rafael y la propia ciudad de Mendoza registraron nevadas breves durante la noche del sábado, algo poco común en zonas de baja altitud. La atmósfera, con temperaturas cercanas a 0 °C y elevada humedad, creó las condiciones ideales para el fenómeno. Por primera vez, el SMN emitió una alerta por nevadas que incluyó amplias zonas de Mendoza y Neuquén, advirtiendo posibles acumulaciones de entre 1 y 4 centímetros hasta la madrugada del domingo.

El frente polar también avanzó sobre el centro argentino y generó nevadas en sectores poco acostumbrados al fenómeno. En La Pampa, localidades como 25 de Mayo, La Humada y el Parque Nacional Lihué Calel amanecieron con el suelo cubierto por una delgada pero visible capa de nieve.

En el sudoeste bonaerense, las Sierras de la Ventania volvieron a teñirse de blanco, tal como había ocurrido la semana anterior. La nevada fue menos intensa, pero suficiente para renovar las postales invernales en destinos como Sierra de la Ventana y Villa Ventana.

Patagonia: frío extremo y nieve intensa

Como es habitual, la región patagónica fue el epicentro del temporal. En Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, la temperatura máxima no superó los 2 °C y se registraron nevadas persistentes que dejaron un manto blanco sobre la ciudad.

Pero el caso más destacado fue el de Puerto Deseado, en Santa Cruz, donde se acumularon más de 25 centímetros de nieve, una cifra considerable incluso para una localidad acostumbrada a los inviernos rigurosos.

En Neuquén capital, los copos comenzaron a caer durante la mañana del sábado. Aunque la acumulación fue baja, la visibilidad de la nevada en puntos clave como el aeropuerto fue ampliamente compartida por quienes se encontraban en la zona.

En Chubut, el fenómeno fue aún más singular. Trelew recibió nieve por primera vez desde 2013, mientras que en Puerto Madryn, la intensidad de la precipitación obligó a suspender el partido entre Deportivo Madryn y Quilmes, ya que el campo de juego se convirtió en una alfombra blanca.

¿Cómo se forman los copos de nieve?

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó una infografía didáctica que explica cómo el aire más cálido en ciertas alturas puede alterar el estado físico de los copos de nieve, dando lugar a distintos tipos de precipitaciones típicas del invierno.

Los copos de nieve se forman en las capas altas de la atmósfera, donde las temperaturas están siempre por debajo de los 0°C. Sin embargo, en su viaje hacia el suelo, pueden atravesar zonas donde el aire está más cálido o más frío, lo que modifica su estructura. El SMN identifica cinco posibles formas de precipitación derivadas de esta interacción con las temperaturas:

Lluvia

Cuando los copos atraviesan una capa de aire con temperaturas superiores a 0°C y suficientemente espesa, se derriten por completo y llegan al suelo como gotas de agua líquida. Es la precipitación más común en zonas donde el invierno no es tan riguroso.

Infografía del Servicio Meteorológico Nacional sobre los distintos tipos de precipitaciones de invierno

Lluvia helada

En este caso, los copos también se derriten durante el descenso, pero luego el agua pasa por una capa de aire muy fría, por debajo de los 0°C, justo antes de tocar el suelo. Esa agua líquida se congela instantáneamente al impactar superficies frías, generando una capa peligrosa de hielo. Este fenómeno es especialmente riesgoso en rutas y veredas.

Aguanieve

La aguanieve se produce cuando los copos atraviesan una capa intermedia de aire apenas cálido, que logra derretir parcialmente los cristales de hielo. El resultado es una mezcla de copos semiderretidos y gotas de agua que caen simultáneamente. No suelen generar acumulación en el suelo, pero indican un ambiente inestable.

Graupel

Aquí, los copos de nieve se derriten y se transforman en lluvia, pero luego ingresan en una capa de aire muy frío que provoca una recongelación parcial. Esto da lugar a pequeñas bolitas de hielo blando, distintas al granizo por su menor densidad. El graupel se ve como pelotitas blandas que pueden confundirse con nieve granulada.

Nieve

Para que los copos lleguen intactos al suelo, deben atravesar toda la atmósfera descendente sin encontrar capas de aire cálido. En ese caso, el aire se mantiene frío y húmedo en todo el recorrido, lo que permite que la nieve se deposite suavemente sobre las superficies. Es el escenario ideal para las típicas postales invernales.