Minería: el Gobierno desmintió la fractura de un dique con residuos de uranio en Córdoba

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Los residuos que dejó la extracción de uranio en los 80 fueron contenidos en diques

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) refutó este miércoles las versiones sobre una posible filtración en uno de los diques con residuos químicos del ex complejo minero Los Gigantes, en la región conocida como Sierras Grandes de la provincia de Córdoba.

La información desmentida había generado preocupación por la posibilidad de que los materiales radioactivos, residuales de la actividad minera en los años 80, alcancen los cauces de agua que alimentan a numerosos pueblos. Carlos Paz y Córdoba Capital, se encuentran a menos de 100 kilómetros del lugar y la situación del ex complejo minero constituye un reclamo histórico.

El organismo nacional desmintió esta mañana el peligro de contaminación y brindo información oficial acerca del estado de los diques en Los Gigantes.

“La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) informa que no se ha registrado ninguna rotura reciente en los diques del ex Complejo Minero Fabril Los Gigantes, en Córdoba, y que no existe ningún riesgo de contaminación ambiental ni en los cursos de agua”, enfatizó el comunicado oficial.

El enclave, situado a 30 kilómetros al oeste de Villa Carlos Paz, fue epicentro de una intensa actividad minera durante la década de 1980, cuando la extracción y procesamiento de uranio dejaron como saldo una toneladas de residuos sólidos y líquidos.

Ante la inquietud, la CNEA negó que existiera rotura alguna de reciente data en los diques del ex complejo minero, descartando así cualquier riesgo actual de contaminación ambiental tanto en la zona inmediata como en los cauces de agua conectados. Además, la entidad aclaró que solo se estaban llevando a cabo actividades de mantenimiento y monitoreo ambiental, presentando informes periódicos a las autoridades competentes.

La preocupación medioambiental sobre este enclave minero se arrastra desde que cesaron las operaciones a fines de los años 80. Según datos históricos, durante la vida útil del complejo se procesaron aproximadamente 206,7 toneladas de uranio. Esta extracción generó un volumen considerable de desechos: 2,4 millones de toneladas de colas de mineral, un millón de toneladas de estériles de cantera y 600.000 toneladas de marginales. Los desechos, tanto sólidos como líquidos, contienen niveles residuales de radiactividad y metales pesados.

Los Gigantes es un macizo rocoso de gran atractivo para el turismo en Córdoba

La versión indicaba que el Dique 3, uno de los reservorios de efluentes resultantes de la explotación, había sufrido roturas en su geomembrana. No obstante, la CNEA sostuvo que «únicamente se realizan tareas de mantenimiento y control de pasivos ambientales, sin registrarse incidentes“. La postura institucional se funda en un programa de monitoreo radiológico ambiental cuyo resultado se remite a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), conforme a los estándares exigidos.

El área de Los Gigantes es reconocida como naciente de diversos cursos de agua, el principal de ellos el río San Antonio, que desemboca en el dique San Roque. Los vecinos manifiestan inquietud frente a eventuales filtraciones en los diques, señalando que el complejo concentra millones de toneladas de residuos, algunos con contaminación radiactiva, y temen por la posible migración de contaminantes hacia fuentes de agua utilizadas para el consumo humano.

La CNEA también informó que la última rotura significativa documentada en el sistema ocurrió en septiembre de 2021, cuando vientos superiores a 100 km/h dañaron la membrana del dique auxiliar inaugurado en 2003. De acuerdo al parte oficial, este episodio no causó impactos ambientales y las reparaciones ejecutadas en 2023 incluyeron la instalación de nuevos sistemas de impermeabilización y refuerzos geotextiles, tras lo cual el dique se mantiene vacío y sin procesar residuos adicionales.

El complejo, que operó formalmente entre 1982 y 1989 bajo la gestión de la CNEA y la empresa Sánchez Granel Ingeniería S.A., fue escenario de un proceso industrial a cielo abierto que implicó trituración, lixiviación con ácido sulfúrico y sucesivas etapas de tratamiento químico. Los residuos industriales derivados se depositaron en cinco diques principales.