Una pareja de jubilados de la localidad de Tolosa vivió una noche de extrema violencia este último jueves, después de que tres delincuentes encapuchados ingresaron a su vivienda y permanecieron allí más de dos horas. Armados con un cuchillo y un destornillador, los asaltantes sometieron a las víctimas y se llevaron dólares en efectivo.
La investigación está a cargo de la Fiscalía en turno del Departamento Judicial de La Plata, que trabaja en la identificación de los autores del robo y no descarta que el ataque forme parte de lo que se conoce como “cacería” urbana, modalidad en la que bandas organizadas seleccionan viviendas al azar con la presunción de que los moradores disponen de dinero o bienes de valor.
El asalto tuvo lugar alrededor de las 22 horas en una vivienda ubicada en calle 5 entre 527 y 528. Según la reconstrucción inicial, dos de los asaltantes sorprendieron a la mujer de la pareja en la planta baja. La redujeron rápidamente y la obligaron a subir hasta la habitación, donde el tercer delincuente ya mantenía retenido al esposo.
Ambos fueron sometidos con suma violencia. Los atacantes actuaron de manera coordinada y con amenazas explícitas, utilizando un cuchillo y un destornillador como armas intimidatorias. El hostigamiento y el encierro se extendieron durante más de dos horas.
Durante ese lapso, los ladrones realizaron preguntas insistentes sobre el dinero y los objetos de valor que podrían estar ocultos en la vivienda. Finalmente, la pareja entregó la llave de una caja fuerte que contenía 3.000 dólares.
Una vez que accedieron a los ahorros, los delincuentes se llevaron también la llave de la casa y el dispositivo de grabación de las cámaras de seguridad, con el objetivo de entorpecer la identificación posterior a través de registros fílmicos.
Lo que más llamó la atención a los investigadores fue el criterio selectivo aplicado durante el robo. A pesar de recorrer cada ambiente, los asaltantes no sustrajeron otros objetos de valor, como dispositivos electrónicos, joyas o artefactos de fácil comercialización. Tampoco se observaron daños materiales significativos en la vivienda.
Por esto mismo, los investigadores creen que esta actitud podría responder a la experiencia de la banda y a un conocimiento detallado sobre cómo evitar rastros que comprometan su identificación.
Según informó el portal 0221, la Policía Científica realizó peritajes en el inmueble y recogió material que puede resultar clave en la identificación de los delincuentes.
El hecho fue caratulado como “robo agravado”, una figura que contempla penas más severas por su comisión con armas y por tratarse de un hecho perpetrado contra personas mayores.
Otra brutal entradera a jubilados
A principios del mes de abril pasado, durante la madrugada, tres delincuentes encapuchados irrumpieron en una vivienda de la calle 150, en la localidad de Los Hornos, y maniataron a una pareja de jubilados para robarles una importante suma de dinero en efectivo. Los asaltantes ingresaron forzando la entrada con una palanca metálica.
El dueño de la casa, de 75 años, fue despertado cuando uno de los delincuentes le cubrió la boca con violencia. Tras intentar defenderse, fue reducido junto a su esposa, quien también fue inmovilizada. Ambos fueron atados de pies y manos con pañuelos.
Durante el asalto, los ladrones revisaron varias habitaciones de la casa en busca de dinero. Finalmente, hallaron un millón y medio de pesos en un cajón del placard, junto con varios objetos de valor. Además, se llevaron dos televisores. La alarma vecinal, que se activó durante el robo, alertó a los vecinos y provocó que los delincuentes huyeran a bordo de un vehículo blanco que los esperaba afuera, conducido por un cuarto integrante de la banda.
Según fuentes del caso, los delincuentes sustrajeron un total de $1.500.000 pesos en un placard, dinero que el matrimonio guardaba como ahorro para emergencias. Además, se llevaron dos televisores del interior de la casa antes de huir por la puerta principal.
La escena fue descubierta poco después por el yerno de las víctimas, quien llegó a la casa y encontró a sus suegros atados y en estado de shock.
El caso fue caratulado como “robo agravado por efracción y en poblado y en banda” y quedó en manos de la UFI en turno del Departamento Judicial de La Plata. Hasta el momento, no hay detenidos por el hecho.
