Un hijo, un abrazo y una promesa cumplida: conmovido hasta las lágrimas, un bailarín folklórico jubilado recibió de su hijo la noticia que jamás imaginó. Kevin Murciano, joven argentino, community manager y creador de contenido, pidió un préstamo para comprarle una prótesis a su padre, quien había perdido una pierna.
La escena, grabada y compartida en TikTok, estalló en redes sociales en cuestión de horas: la reacción del hombre, quebrado por la emoción, generó una ola imparable de solidaridad. “Él me enseñó a caminar. Ahora me toca a mí devolverle el baile”, le contó el joven de 26 años a Infobae.
La grabación muestra al padre de Kevin revisando su celular mientras su hijo le informa que le transfirió el dinero necesario para la prótesis. Al principio, el hombre pensó que se trataba de una broma, pero pronto comprendió que era real y, emocionado, intentó rechazar el regalo por considerar que representaba un gran sacrificio para su hijo.
Sin embargo, Kevin insistió en que era un obsequio y el momento culminó en un abrazo entre ambos, una escena que emocionó a quienes la vieron. “Decidí filmar ese momento para poder dejar su reacción en un recuerdo para siempre”, dijo.
Una historia de adversidad y resiliencia
Detrás de este gesto, se encuentra una historia marcada por la adversidad. El 2 de agosto de 2023, el padre de Kevin sufrió la amputación de su pierna izquierda por debajo de la rodilla, consecuencia de una obstrucción vascular derivada de la diabetes.
Desde entonces, la vida del bailarín folklórico cambió drásticamente, especialmente por la imposibilidad de continuar con su pasión por el baile, lo que afectó su ánimo y motivación. Pero la prótesis parecía inalcanzable en ese momento: tenía un valor estimado de 5.000 dólares, una suma imposible de afrontar para el padre de Kevin.
Ante esta situación, especialistas sugirieron la posibilidad de adquirir una prótesis básica como solución temporal, ya que el muñón suele reducirse de tamaño en los primeros meses y requiere un reemplazo posterior. Esta alternativa, aunque más accesible, seguía fuera del alcance económico de la familia.
Frente a la falta de respuestas y recursos, Kevin buscó una solución a su padre y dio un paso adelante. “La decisión fue instantánea, de un día para el otro”, relató a Infobae. Al enterarse de que existía la posibilidad de comprar una prótesis básica, consultó con su pareja y optó por solicitar un préstamo bancario, ya que no disponían del dinero necesario.
“Me enteré de que existía esa posibilidad un jueves, y el viernes ya estaba en la casa dándole esta hermosa sorpresa”, recordó. Al día siguiente, su padre pudo abonar el anticipo y realizarse el molde para la prótesis, con una fecha de entrega prevista para cuatro semanas, lo que generó gran expectativa en la familia.
Asimismo, al viralizarse el contenido, muchas personas le ofrecieron prótesis y dinero para colaborar, pero Kevin no aceptó: “No era la razón de ese video, pero muy feliz por las hermosas palabras que me dejaron”.
En tanto, la reacción de familiares y amigos no se hizo esperar. Kevin no había compartido su plan con nadie. “Fue una sorpresa increíble, estaban orgullosos y agradecidos”, expresó. Y la publicación del video en redes sociales amplificó el impacto de la historia: la grabación alcanza las cinco millones de visualizaciones y tiene miles de comentarios positivos, felicitaciones y muestras de apoyo.
“Gracias a todos los mensajes hermosos que están mandando. Mucha gente está pidiendo el alias, sinceramente no es lo que buscaba solo quería que este momento quede para siempre, gracias por el apoyo y pronto les comentaré las novedades cuando él tenga su prótesis”, cerró Kevin en la sección de comentarios de la publicación.
El gesto de Kevin no solo conmovió a su padre, sino que también tocó una fibra profunda en miles de personas que encontraron en su historia un recordatorio del amor incondicional y la fuerza de los vínculos familiares. En tiempos de incertidumbre y desencanto, este acto sencillo pero poderoso devolvió esperanza y demostró que, aun frente a la adversidad, los pequeños grandes gestos pueden cambiar una vida y emocionar a millones.