El contrabando de huevos desde países limítrofes se disparó en los últimos meses y ya genera un fuerte impacto en el norte argentino.

Según denunció la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), cada día ingresan al país unas 550.000 unidades sin ningún tipo de control sanitario ni documentación, principalmente desde Brasil, Paraguay y Bolivia.
La situación afecta con dureza a provincias como Misiones, Salta y Formosa, donde, según describió Javier Prida, presidente de CAPIA, “hoy directamente no se vende nada”.
El dirigente calificó el escenario como un “desastre” y advirtió que el problema no es solo económico, sino también sanitario, debido al riesgo de ingreso de enfermedades por la falta de trazabilidad.

“Están destruyendo a nuestros productores”
Según explicó Prida, el fenómeno se intensificó por la pérdida de competitividad del producto argentino: “Un cajón de huevos en el país cuesta US$48, mientras que en Brasil vale 36 o 37 y en Bolivia apenas 26, gracias a un mercado paralelo que nadie controla”.
CAPIA denunció que, pese a haber aportado pruebas y filmaciones, no se han registrado avances en la respuesta estatal. “Hay vehículos con patentes de Paraguay y Brasil que están trayendo camionadas de huevos. Aunque hay pruebas, nadie hace una denuncia”, remarcó Prida, quien además acusó la falta de controles del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y una presunta “connivencia de funcionarios públicos”.
Criticó la minimización del problema por parte de algunos funcionarios, quienes sostienen que “el contrabando existió siempre”. Prida fue tajante: “Eso no es verdad. Esto es nuevo, es masivo y está destruyendo a nuestros productores”.
Advirtió que esos países no cuentan con el mismo estatus sanitario que Argentina y denunció que, además de huevos, cruzan la frontera productos como carne, pollo, cerveza y hasta electrodomésticos sin ningún tipo de control. “Es una perforación de frontera absoluta”, alertó.
En las provincias del norte argentino, como Misiones, Salta y Formosa, el contrabando está dejando sin mercado a los pequeños productores, que no pueden competir con los precios que llegan desde el exterior. Mientras un maple argentino cuesta $8000, uno paraguayo se consigue por $5000, y el consumidor, según Prida, “no distingue ni le importa el origen”. Esto genera una situación crítica para cientos de familias que dependen exclusivamente de la avicultura para sostener sus ingresos.
A pesar de los reclamos, CAPIA aseguró que el Estado no tomó medidas efectivas. “El SENASA central responde y manda directivas, pero el resto de los funcionarios brillan por su ausencia”, lamentó Prida. Denunció la “impunidad total” con la que operan los contrabandistas y apuntó a la posible connivencia de autoridades locales. “Hay funcionarios preocupados, pero claramente no alcanza”, concluyó.

Operativo en Salta
Esta semana en un operativo realizado en el Puesto Ex-Aunor, Salta, se detectaron 7200 huevos distribuidos en 240 maples que eran transportados de manera irregular en un vehículo sin la documentación sanitaria correspondiente ni la habilitación para su traslado, informaron en la red social X desde el SENASA.
Esta acción se enmarca en los controles que buscan proteger la salud pública y garantizar el comercio legal, en línea con las críticas de CAPIA sobre el ingreso no regulado de huevos al país. Las autoridades del SENASA refuerzan así su compromiso para evitar el contrabando y preservar la sanidad en la cadena avícola, señalaron.
Fuente: TN