“¿Por qué me empujás?”: un joven de 26 años fue brutalmente golpeado por una patota en un boliche de La Plata

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La víctima fue atacada a golpes por al menos cinco personas

Un joven de 26 años fue atacado a golpes por un grupo de al menos cinco personas dentro de un boliche de La Plata, El hecho ocurrió durante la madrugada del domingo pasado y la víctima debió ser hospitalizada con una fractura en el rostro. El caso se conoció luego de que su pareja, una influencer, lo contara en las redes sociales.

Todo ocurrió en el local bailable Récord Disco, ubicado en la calle 3, entre 42 y 43. El joven había ido con un amigo con el que se encontró después de mucho tiempo. Según relató su novia a Infobae, ambos estaban tranquilos tomando un trago en la barra cuando empezó una situación tensa.

“Mi novio estaba con el amigo en este lugar tranquilos, tomándose un trago y viene un chico y lo mira y medio que lo empuja, y mi novio dice ‘¿qué le pasa a este loco?’ Y el chabón este lo increpa y le dice ‘¿por qué me empujás?’. Mi novio le contestó: ‘Yo no te empujé, ¿qué te pasa a vos?’”, relató la joven. Instantes después, ocurrió el ataque a golpes.

El joven, en su denuncia policial, explicó que durante gran parte de la noche notó que un grupo de entre cinco y ocho hombres —a los que no conocía— los miraba de manera intimidante. Dijo que no recuerda con precisión, pero que entre las 4.30 y las 6 de la mañana fue que uno de ellos se acercó y lo empujó, lo que provocó su caída. En ese momento, según su testimonio, todos se le abalanzaron encima.

El joven recibió muchos golpes, sobre todo en la cabeza y en el torso

La víctima contó que recibió muchísimos golpes, sobre todo en la cabeza y en el torso. Trató de levantarse como pudo, aunque por momentos perdió el conocimiento.

Mientras seguía aturdido, sintió que alguien lo agarraba del cuello con fuerza. Según dijo, era un miembro del personal de seguridad del lugar, que lo sujetó sin mediar palabra y lo sacó bruscamente a la calle. Estaba solo, sin saber bien qué había pasado.

La puerta de la disco se volvió a abrir a los pocos segundos. De allí salieron los agresores, mientras el joven seguía en la vereda, en un estado de vulnerabilidad. Sobre ese momento recordó que hubo un cruce de palabras hostil, aunque no pudo aportar muchos detalles más, ya que estaba mareado y muy confundido por los golpes.

Como pudo, el joven se subió a su auto y regresó a su casa, despertó a su novia y le contó lo que había sucedido. Ella, al verlo lastimado, decidió llevarlo de inmediato al hospital San Roque de Gonnet. “Tenía toda la cara inflamada, moretones. Estaba en shock. Me dijo que apenas recordaba lo que había pasado”, dijo la influencer.

“Tenía el pantalón y la remera rotos. También varios raspones. Dice que las rodillas y codos se las raspó por arrastrarse en el piso desesperado”, agregó.

En el hospital, tras las radiografías y tomografías, los médicos le informaron que tenía una fractura en el maxilar superior, además de varios hematomas. Tras recibir el alta, ahora sigue en tratamiento. Le indicaron turnos con cirugía porque no descartan una intervención para corregir la lesión facial.

La salvaje agresión ocurrió durante la madrugada del domingo pasado

En la denuncia policial, el joven también dejó asentado que durante la golpiza le rompieron el teléfono celular. La investigación recayó en la Unidad Funcional de Instrucción N°9 de La Plata. El boliche ya aportó a la Justicia los videos del hecho.

La novia, por su parte, hizo sus averiguaciones: “Hablé con el amigo que estuvo con él, eso fue lo primero que hice. Me contó que, en un momento, uno del grupo se le acercó y le dijo: ‘Quedate tranquilo que a tu amigo no le va a pasar nada’. Cuando se dio vuelta, ya estaban moliéndolo a piñas en el piso. O sea, esto fue premeditado”.

“Ya lo tenían marcado. Hay otros testimonios similares, no sé si del mismo boliche, pero parece una metodología: marcan a grupos chicos, de uno o dos, los separan, y atacan al que queda solo. Esto no fue casual”, insistió.

Y concluyó: “Gracias a Dios, hoy puedo hablar sin llorar. Después de cinco días de desesperación, mi novio pudo salir adelante. Aún no recuerda cómo llegó manejando a casa”.