Anoche, personal de la Sub DDI Chacabuco de la Policía Bonaerense se movilizó con extrema velocidad para localizar a una niña de 12 años, quien momentos antes había sido denunciada como desaparecida por su propia madre en Junín, luego de que desapareciera de su domicilio y se subiera al auto de un desconocido. Al ser notificados del hecho, los investigadores actuaron con rapidez y localizaron a la menor y al captor en la estación Chacabuco del tren San Martín, donde se procedió a la detención del sospechoso, que estaba disfrazado de policía.
Fuentes del caso consultadas por Infobae precisaron que la niña fue víctima de un caso de grooming, y que el rápido accionar de la DDI local “evitó un desastre”.
En este contexto, cerca de las 22, una mujer de 49 años denunció que su hija había salido de su casa en Junín y no había regresado. Minutos antes, la había visto subir a un auto, pero no pudo aportar características del mismo.
Al activar el protocolo de búsqueda, personal del Grupo Técnico Operativo de la comisaría 2a de Junín se abocó a revisar las cámaras de seguridad del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) local, cuyas imágenes fueron determinantes para dar con la víctima y el sospechoso.
Las grabaciones en cuestión captaron a ambos subiendo al tren de la línea San Martín, por lo cual se le dio aviso inmediato a los investigadores de la DDI Chacabuco.
Con esa información entre manos, los agentes se presentaron en la estación local y atraparon al secuestrador en el vagón 502 de la formación. La menor, en tanto, fue puesta a resguardo y luego devuelta a su progenitora.
Según precisaron las fuentes oficiales consultadas por este medio, el sospechoso, identificado como J.C.B, de 32 años y oriundo de la provincia de Misiones, vestía una campera refractaria verde flúor de la Policía bonaerense con sus logos identificatorios, en su búsqueda por no levantar sospechas. Tras su aprehensión, se le secuestraron dos teléfonos celulares, el uniforme policial que llevaba puesto un buzo de color azul y documentación personal. Quedó alojado en la sede de la Sub DDI Chacabuco y la fiscal Vanina Lisazo, del Departamento Judicial Junín, lo imputó -inicialmente- por rapto con fines sexuales, usurpación de títulos y honores con coacción y abuso sexual infantil.
No obstante, las fuentes del caso explicaron que la carátula del expediente podría modificarse una vez que se realice el peritaje de los teléfonos celulares del sospechoso y la menor. “Vamos a tener muchos más elementos”, aseguraron a este medio.
Asesinó a una nena de 12 años y contactó a la madre desde la cárcel para disculparse
A casi una década del brutal femicidio de Micaela Ortega, la nena de 12 años que fue engañada por redes sociales y luego asesinada en un descampado de la ciudad de Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires, Jonathan Luna, el femicida, contactó a la madre de la víctima a través de las redes sociales. Desde la cárcel, el hombre que recibió la primera condena a prisión perpetua por grooming en el país le pidió disculpas por su “error” a Mónica, quien compartió el chat en su perfil de Facebook y expresó su preocupación por la comunicación del asesino de su hija.
Desde el pabellón donde permanece detenido en la Unidad Penal N° 32 de Florencio Varela, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), Luna, de 35 años, se comunicó el pasado miércoles con Mónica Cid a través de la red social Facebook. “Espero que algún día pueda perdonarme”, le suplicó el femicida a la madre de Micaela, en un mensaje enviado a las 18.30.
Frente a la falta de respuesta de la destinataria, el femicida aguardó más de tres horas y reiteró su pedido de disculpas: “Espero que algún día usted me pueda perdonar”, insistió. Y por último, se victimizó: “Hoy estoy pagando mi error”.
Abordada por una mezcla de impotencia e indignación por los mensajes recibidos, la mamá de Micaela aguardó hasta el día siguiente para hacer público el contacto que había recibido del femicida de su hija. “En estos momentos me siento morir, el asesino de mi hija con tanta vida, y MICA en un nicho frío y solitario”, lamentó la mujer.
“NOSOTRAS PERPETUA, JONATHAN LUNA MÁS VIVO QUE NUNCA, MALDITA JUSTICIA”, concluyó su reacción en su perfil de Facebook.
Al conocer la situación, personal del penal requisó la celda donde se encuentra alojado Luna e incautó un teléfono celular que estaba en poder de su compañero. “El aparato va a fiscalía y si se confirma que envió los mensajes, se inicia un expediente disciplinario”, explicaron este lunes fuentes del SPB consultadas por Infobae.