“Se llenan recetarios/justificá tu falta en el momento”: cobraban 10 mil pesos y las mandaban a domicilio

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Parte de lo secuestrado

La Policía de la Ciudad llevó adelante un operativo que permitió detener a dos sospechosos que se dedicaba a la falsificación y comercialización de recetas y constancias médicas, utilizando membretes oficiales del Ministerio de Salud y del Hospital Argerich.

Los detenidos, según las fuentes del caso, vendían las recetas y los justificativos a 10 mil pesos y también hacían envíos a domicilio.

La investigación, a cargo de la División Delitos Tecnológicos Complejos de la Policía de la Ciudad, culminó con allanamientos realizados en el barrio porteño de Barracas, dentro del asentamiento Villa 21-24, donde fueron identificados los dos sospechosos.

Todo comenzó cuando los investigadores detectaron publicaciones en la plataforma Marketplace en las que se ofrecía la posibilidad de adquirir recetas médicas y justificativos laborales por la suma de 10 mil pesos, con la particularidad de incluir la opción de entrega a domicilio.

La pareja detenida

El anuncio rezaba sin que nadie se pusiera colorado: “Se llenan recetarios/justificá tu falta en el momento”. Esto encendió las alarmas de los policías que trabajan en tareas de Ciberprevención porteña.

El seguimiento del caso permitió determinar que detrás de las publicaciones se encontraba una pareja, conformada por L.A.S., de 22 años y empleado de una empresa de limpieza, y M.C.G.G., de 21 años y que trabajaba para una reconocida empresa de seguridad.

En base a la investigación, esta pareja ofrecía los documentos apócrifos valiéndose de membretes oficiales y de una matrícula médica nacional tachada que correspondería a un médico clínico. Con esta información, se solicitó la intervención judicial correspondiente, que derivó en la orden para los allanamientos.

El procedimiento se llevó a cabo el pasado 13 de agosto, desde las 07:45 hasta las 11:30, en dos direcciones de Barracas: Casa 52, Manzana 6, Barrio Pavimento Alegre, de la Villa 21-24, y en Río Limay al 1600, Casa 52, Manzana 6, también dentro del mismo barrio.

Recetarios y sellos, claves para la maniobra delictiva

Allí, además de identificar a los implicados, los policías porteños secuestraron 35 recetas sueltas, 15 talonarios, un sello de médico, dos teléfonos celulares, y 33 billetes falsos de 100 dólares, además de documentación e insumos informáticos vinculados a la maniobra.

La causa quedó en manos del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°22 porteño, a cargo de Bettina Mobilio, con la Secretaría N°43 bajo la responsabilidad de Agustina Arano.

Se imputó a los dos involucrados por falsificación de documento público y privado.

La investigación había comenzado con tareas de monitoreo en redes sociales y, tras las primeras verificaciones, se avanzó en la identificación de domicilios y en la recolección de pruebas que confirmaron la maniobra.

Finalmente, los allanamientos permitieron corroborar la falsificación sistemática de documentos médicos y la existencia de materiales preparados para su comercialización.

Según el expediente, los documentos apócrifos eran elaborados con la apariencia de legitimidad, incluyendo sellos, membretes oficiales y referencias al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo que facilitaba su circulación.

Falso médico

En junio pasado y tras un pedido de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal Nº2, a cargo de Carlos Rívolo, un hombre de 39 años sospechado de ejercer como médico sin habilitación fue detenido tras un allanamiento en uno de sus consultorios en el barrio porteño de Monte Castro.

La orden fue dictada por el juez Sebastián Casanello, titular del Juzgado Federal N°7.

Se trata de Cristian Leonardo Rodríguez, sobre quien ya pesa un requerimiento de juicio oral por el uso de documentos falsos, ejercicio ilegal de la medicina, estafas y por su presunta responsabilidad en la muerte de una mujer en una residencia geriátrica.

El procedimiento se llevó a cabo en los “Consultorios Médicos Moliere”, ubicados en la calle Moliere al 1600, donde el hombre continuaba trabajando como si contara con la habilitación profesional.