El oficial Maximiliano Joaquín Gargiulo, integrante de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Lanús de 33 años, recibió un disparo en la cabeza durante una persecución en la localidad de Villa Caraza, y permanece internado en estado reservado en el Hospital Evita. Este jueves fue trasladado a una clínica en el barrio porteño de Palermo.
Tan grave es la situación del policía baleado que desde el Ministerio de Seguridad bonaerense había pedido esta mañana internamente a los policías de las comisarías 1ª a la 10ª que se necesitaban 20 dadores de sangre de cualquier grupo y factor.
“El paciente está crítico, pero estable desde el punto de vista hemodinámico y bajo efectos de analgosedación. En asistencia de ventilación mecánica. Se le realizó una craneotomía descompresiva con drenaje subgaleal. Pronóstico altamente reservado”, confiaron fuentes del Ministerio de Salud de PBA que conduce Nicolás Kreplak. Investiga la causa el fiscal Martín Rodríguez de la UFI N°6 de Lanús.
Según pudo saber Infobae de fuentes oficiales, el hecho ocurrió este martes, alrededor de las 21:50, cuando Gargiulo patrullaba en moto junto a un sargento la zona de General Hornos y Hladnik. Fue entonces que observaron un Volkswagen Golf GTI color gris oscuro, ocupado por varios hombres. Según el parte oficial, al dar la voz de alto y activar las balizas sonoras y lumínicas, los sospechosos se dieron a la fuga, lo que dio inicio a una persecución que se extendió por varias cuadras.
Los sospechosos continuaron por General Hornos en dirección norte, ingresaron al partido de Lomas de Zamora y recorrieron a gran velocidad las calles Bucarest y Mario Bravo, hasta detenerse en la intersección con Ostende, ya en la zona de Villa Fiorito.
Desde allí descendieron al menos tres individuos, quienes comenzaron a dispersarse por calles internas del barrio. El oficial Gargiulo, que venía detrás, los siguió por Ostende hasta Murature, mientras el sargento intentaba localizar al tercer individuo que también había huido en dirección contraria.
En ese contexto apareció un segundo vehículo de apoyo: un Volkswagen Vento que se detuvo en la zona, aparentemente, para asistir a los fugitivos. Del interior del auto descendieron al menos dos sospechosos: uno vestido con buzo celeste o verde agua y pantalón gris, y otro con camperón negro. Ambos escaparon por distintas direcciones.
“Gargiulo, en su intento por alcanzar a uno de ellos, continuó la persecución a pie hasta un domicilio ubicado en Conesa al 1200, al que ingresaron también los sospechosos», explicaron las fuentes del caso consultadas por este medio.
Y agregaron: “Al llegar a ese lugar, el oficial fue agredido por personas que se encontraban en la vivienda. En medio de ese forcejeo, recibió un disparo en la cabeza, con orificio en la zona de la nuca”.
El proyectil quedó alojado en el cráneo, según se informó. El policía cayó tendido en la calle La Haya, a la altura del domicilio señalado, y fue trasladado de urgencia por un móvil del comando de patrullas mediante un cordón sanitario hacia el Hospital Evita, donde fue sometido a una cirugía que culminó a las 4.30 de este miércoles. El diagnóstico es de estado crítico y reservado, aunque este jueves pudieron trasladarlo a un centro de mayor complejidad.
El procedimiento desplegado en el lugar incluyó el secuestro del Golf GTI sin patente, hallado sobre Ostende y Mario Bravo, así como el Volkswagen Vento gris abandonado en Murature y La Haya.
Se relevaron imágenes de cámaras de seguridad de la zona en función de poder identificar a los sospechosos del caso. El fiscal Rodríguez ordenó investigar el hecho como una tentativa de homicidio.