En una ciudad donde los grandes desarrollos suelen concentrarse siempre en los mismos barrios —como Palermo, Puerto Madero o Colegiales— y a lo largo de los principales accesos al norte—, una empresa con ADN del interior se animó a una jugada contracultural: levantar un megaproyecto en una zona impensada de Villa Devoto, sin estudios de mercado previos y financiado en pesos. Aunque parecía una apuesta arriesgada, el proyecto se consolidó como un caso de éxito que pone en discusión los lugares habituales donde se invierte en desarrollos urbanos.
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“Si uno hace un análisis de mercado, Devoto no aparece. Pero justamente ahí vimos una oportunidad. En vez de mirar dónde está la demanda, buscamos dónde hay buena tierra y poca oferta”, resume Jaime Garbarsky, presidente de Ecipsa. Con esa lógica, la empresa —que nació en Córdoba y tiene operaciones en ocho provincias, además de Paraguay, Brasil, Israel y Estados Unidos— inauguró su desembarco porteño con MilAires, un complejo residencial de 870 unidades que ocupa casi tres hectáreas sobre la avenida Salvador María del Carril, con una inversión total proyectada en más de US$140 millones.
Lanzado en 2021, MilAires vendió más de 200 unidades en pozo durante sus primeros dos meses. A la fecha, más del 80% del proyecto ya fue comercializado. “Nos convertimos en una alternativa para quienes buscan una vivienda para vivir, no para especular. No apuntamos al inversor que entra por el pozo y sale cuando sube el metro cuadrado, sino al que compra para su hijo, para vivir mejor o planificar a largo plazo, muchos de ellos adquiriendo su primera vivienda”, comentó a LA NACION Germán Lorenzo, gerente comercial de la compañía.
El proyecto acaba de inaugurar Aires de Lapacho, el primero de los edificios terminado, con la entrega de más de 220 unidades, tres meses antes de lo previsto.
Desde su lanzamiento, fuentes del Grupo Ecipsa señalaron que el metro cuadrado comenzó en US$1800 y ha experimentado un incremento anual del 28%. De continuar con esta tendencia, estiman que hacia 2027 —cuando se entregue la totalidad del proyecto— el valor supere los US$4500/m².
Sin embargo, la propuesta va más allá de lo financiero. “No es solo un complejo habitacional. Buscamos crear un espacio urbano integrador, con edificios de baja altura, terrazas verdes, y una serie de amenities orientados al bienestar de los residentes”, explicó Federico Iacomo, director de Real Estate. La primera etapa, ya en ejecución, comprende una infraestructura común con pileta climatizada, gimnasio, spa, espacios gastronómicos, área de yoga, co-working, kids club y zonas recreativas para adolescentes, entre otros.
A medida de la demanda
Una de las características del proyecto es su flexibilidad. En lugar de adherirse a una tipología predefinida, Ecipsa adaptó el diseño de acuerdo con la demanda real del mercado. “Al principio ofrecimos unidades más pequeñas, pero rápidamente detectamos que el perfil de los compradores incluía a familias que buscaban un lugar para vivir. Esto nos llevó a ajustar el proyecto, incorporando unidades de tres y cuatro ambientes. Así ha ido evolucionando conforme a las necesidades de los compradores”, explicó Pedro Bustos, vicepresidente de la compañía.
El terreno, que anteriormente albergaba una planta industrial, fue transformado en un complejo de cinco bloques residenciales de baja altura, con un total de 870 unidades que van de uno a cuatro ambientes. De los aproximadamente 30.000 m² del predio, solo la mitad se destinó a la construcción de las unidades. El resto fue destinado a áreas verdes y servicios comunes. “A pesar de que algunos compradores optan por un monoambiente, todos tienen acceso a más de una hectárea y media de espacio libre”, señaló Lorenzo.
Financiar en pesos
Desde hace más de cuatro décadas, Ecipsa financia sus proyectos en pesos, a través de contratos indexados. Según explican desde la firma, esta modalidad busca ofrecer previsibilidad a los compradores, en un contexto donde muchas desarrolladoras optan por operaciones en dólares. “Quienes se financiaron en dólares hoy enfrentan una inflación en esa moneda”, señaló Garbarsky.
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Con 26 proyectos en desarrollo simultáneo en la Argentina y Paraguay, Ecipsa prevé cerrar el año con más de 800 unidades entregadas bajo sus marcas Natania y MilAires. No obstante, la compañía ya tiene en marcha una nueva fase de expansión. Este año lanzará un segundo proyecto en la localidad bonaerense de San Martín, en un terreno adquirido a IRSA, donde anteriormente funcionaban las plantas de Nobleza Piccardo y General Motors. Este nuevo emprendimiento, que abarcará más de 600.000 m², incluirá 6800 unidades residenciales y comerciales.