Una cámara de seguridad ubicada a metros de la esquina de Munilla y Merlo, en Castelar, registró la secuencia completa del enfrentamiento a tiros que protagonizó un Policía de la Ciudad con dos motochorros que intentaron robarle en la tarde del jueves. En el tiroteo murió uno de los sospechosos.
La grabación, a la que accedió Infobae, comienza a las 17:52 con la llegada de la presunta dupla de delincuentes a bordo de una Honda XR 190 color blanca. La cámara los toma hasta que llegan al final de la cuadra.
Luego la imagen se pierde por apenas unos segundos, pero hay sonido: se escuchan al menos tres estruendos y varios gritos que, aunque no se llegan a entender con claridad, dan cuenta que un ataque. La víctima, según se confirmó luego, era el agente de la fuerza porteña al que quisieron asaltar cuando se dirigía a tomar servicio en su moto.
Tras el tiroteo vuelven las imágenes. Se ve a uno de los sospechosos a bordo del vehículo que le habían robado al policía, a su cómplice en la moto en la que habían llegado al lugar y a la víctima a pie con las manos en alto, siendo amenazado con un arma por uno de los presuntos ladrones.
Fue en ese momento -cuestión de segundos- que el agente de la fuerza porteña saca rápidamente su arma reglamentaria y le dispara directamente al motochorro que lo estaba apuntando. Le efectúa 6 tiros en la cabeza y en el pecho, los cuales le provocaron la muerte al ladrón. Ante la situación, su cómplice huyó a bordo de la moto robada.
El material ya está en manos del fiscal Matías Rappazzo, a cargo de la investigación del caso, quien hasta ahora caratuló la causa como legítima defensa: no hay imputados, el policía está libre y considera que hay elementos claros para entender que los delincuentes estaban atentando contra la vida del agente que se defendió.
No obstante, el fiscal aún está evaluando las pruebas recolectadas, al tiempo que sigue trabajando en la identificación y localización del sospechoso prófugo.
El hecho y la versión del policía
El episodio que ocurrió en la localidad de Castelar, partido de Morón, fue a menos de una semana de la trágica muerte de Thiago Correa, el nene de 7 años que murió tras recibir un balazo en la cabeza por parte de un policía de la Federal que intentaba evitar un robo en Ciudad Evita.
El protagonista de este hecho fue un agente de la División de Intervenciones Rápidas de la Policía de la Ciudad, quien protagonizó un tiroteo con dos presuntos motochorros que, según su testimonio, intentaron asaltarlo cuando se dirigía a tomar servicio.
De acuerdo a la información compartida por fuentes policiales y judiciales a este medio, todo ocurrió en la intersección de las calles Munilla y Merlo. El policía, de 45 años, circulaba por la zona vestido de civil y a bordo de su moto Honda XR 190, cuando fue interceptado por dos sospechosos armados que se movilizaban en otra moto del mismo modelo, de color blanca.
Siempre según su relato, los sospechosos lo abordaron con intenciones de robo. En ese momento, el agente se identificó como personal policial. Esa acción, lejos de disuadir a los agresores, derivó en un intercambio de disparos. Los atacantes comenzaron a tirar, y el agente respondió con su arma reglamentaria, una Prieto Beretta 9 milímetros.
Como consecuencia, uno de los delincuentes quedó tendido en la calle, mientras que el otro logró huir del lugar y se llevó la moto del policía, abandonando la suya en la escena del hecho.
Personal del Grupo Táctico Operativo y del Comando de Patrullas, alertado por un llamado al 911, llegó al lugar y asistió al herido. Más tarde, una joven que se presentó en la escena permitió a los investigadores establecer la identidad del fallecido: se trataba de Matías Uriel Aguirre, domiciliado en la localidad de Isidro Casanova, quien murió horas después en el Hospital Güemes como consecuencia de las heridas recibidas en el enfrentamiento. Tenía 22 años y había recibido disparos en la cabeza y el pecho.
El agente de la Policía de la Ciudad, en tanto, resultó ileso: lo salvó su casco, que registra la marca de un balazo.
La investigación del caso recayó en la Unidad Funcional de Instrucción N°7 de Morón, que conducen los fiscales Matías Rappazzo y Hugo Ravizzini. La fiscalía ordenó las diligencias de rigor y envió al lugar a uno de sus instructores. El procedimiento estuvo supervisado por el comisario mayor Omar Méndez, jefe de estación.
