La Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, a cargo de Susana Cordisco, citó este martes a una audiencia con el propósito de imputar y pedir medidas cautelares para un joven que fue aprehendido el domingo pasado a la siesta. Está señalado como el protagonista de una seguidilla de robos a casas vecinas del barrio Ciudadela, en la capital tucumana.
“En el plazo de una hora ingresó a tres domicilios diferentes mostrando un total desprecio por la propiedad ajena”, manifestó el auxiliar de fiscal, Augusto Moeykens, que a su vez agregó que el acusado “ya tiene una condena efectiva de tres años dictada en el 2021, que recientemente fue cumplida”.
El investigador le atribuyó ser presunto autor del delito de robo con escalamiento, en concurso real con hurto con escalamiento en grado de tentativa, en concurso ideal con robo con escalamiento. Luego de relatar el hecho y describir cuáles son las evidencias recogidas hasta ahora, Moeykens demandó que se imponga la prisión preventiva hasta el 26 de diciembre a los fines de resguardar el debido proceso.
El juez resolvió hacer lugar al requerimiento del Ministerio Público Fiscal (MPF) y, en consecuencia, ordenó que el imputado sea alojado en el complejo penitenciario de Villa Urquiza.
Raid delictivo
El último domingo 8 de diciembre, a las 14:20 horas, el imputado ingresó a una casa ubicada en calle Frías Silva al 800, propiedad de un señor, aprovechando la falta de medidas de seguridad, se dirigió por un pasillo lateral, desde donde sustrajo espejos retrovisores de una moto que estaba estacionada. Posteriormente, escaló una tapia de dos metros de altura, ingresó al patio trasero y desde allí forzó la puerta trasera rompiendo un vidrio y se llevó 30.000 pesos en efectivo.
A continuación, se dirigió a un domicilio ubicado en Rondeau al 1500, propiedad de una mujer. Para entrar escaló una tapia de 3,5 metros de altura. Accedió hasta el fondo del patio y escaló hacia una propiedad contigua, propiedad de un hombre, desde donde robó una bicicleta.
Con el rodado a cuestas, regresó hacia la casa de la mujer. Allí rompió los vidrios de las puertas de atrás y sustrajo una bolsa de consorcio que contenía joyas y prendas. Mientras intentaba cargar un fardo de azúcar por los techos de la vivienda, fue advertido por dos vecinas que comenzaron a gritar.
Ante esto, el malviviente abandonó la bicicleta y el azúcar, y se dio a la fuga llevándose la bolsa con las joyas y prendas./MPF
