Con una extensión de 1.200 metros lineales y cinco accesos, el nuevo sistema de rejas busca preservar el parque y garantizar mayor seguridad para los vecinos.
En un esfuerzo por mejorar la infraestructura urbana y proteger los espacios públicos, comenzó la colocación del cerramiento perimetral en el Parque Miguel Lillo. Se trata de una obra emblemática para la comunidad, que tiene como objetivo principal resguardar este importante pulmón verde y prevenir actos de vandalismo, especialmente durante la noche.
El proyecto contempla la instalación de 1.200 metros lineales de rejas, que abarcan todo el perímetro del parque. Además, se instalarán cinco portones de acceso que permanecerán abiertos durante los horarios habilitados para la visita del público. La ejecución de esta obra tiene un plazo estimado de 30 días.
La intendenta Alejandra Rodríguez aclaró que “la idea es que el parque esté más seguro para los niños, que todas las personas que vengan al parque encuentren seguridad y también para evitar el vandalismo. Le damos tranquilidad a los vecinos que el parque seguirá siendo gratuito, público y abierto para todos, la obra finalizará en pocas semanas”.
Ubicado en una zona estratégica, el Parque Miguel Lillo recibe a diario a vecinos tanto de Tafí Viejo como de la capital tucumana. La colocación del cerramiento no solo apunta a mejorar la seguridad del lugar, sino también a fomentar un uso responsable y planificado de este espacio público, uno de los más concurridos de la ciudad.