Así lo manifestó Esther, la madre del adolescente que fue golpeado en la gresca estudiantil del martes pasado en diálogo con Ruth Oscari para «El Aire de la Mañana».
«Las medidas anunciadas por el gobernador (Osvaldo Jaldo), son bastantes fuertes, pero las comparto en su totalidad, porque como madre velo por la seguridad y la educación de mi hijo, y me parece totalmente injusto que tenga que sufrir este tipo de amenazas y violencia», afirmó Esther, quien desde que conoció la situación que estaba atravesando su hijo, el jueves pasado, realizó la denuncia ante la policía y las autoridades del Instituto Privado Tucumán.
Pero lamentó que a pesar su intervención no pudo evitar las agresiones hacia su hijo y un sobrino, que asiste al mismo establecimiento, de parte de alumnos de la Escuela Técnica N°1 en una feroz pelea que se registró el martes pasado en calle Crisóstomo Álvarez al 600.
Ante los anuncios de esta mañana de parte del gobernador Osvaldo Jaldo, que ordenó a la Policía la detención de los menores que protagonicen desmanes, Esther señaló que «si bien creo que los padres debemos hablar con nuestros hijos, entiendo que las medidas del gobernador son bastantes duras pero eso servirá para evitar otra muerte, como ocurrió con Piccinetti».
Justamente el 19 de mayo se cumplirán 7 años del crimen de Matías Albornoz Piccinetti, que a los 16 años murió producto de una puñalada en una pelea callejera, a manos de otro menor, a la salida del colegio Gymnasium.
Esther contó a Oscari que todo se originó el jueves pasado cuando su hijo junto a unos compañeros, entre ellos un sobrino, fueron a comprar algo para comer mientras esperaban la clase de gimnasia. En esas circunstancias mientras estaban por calle Chacabuco al 100, fueron amenazados por un grupo de menores y las cosas no pasaron a mayores por la intervención de efectivos de Gendarmería apostados en la guardia de los Tribunales Federales, que está en la misma cuadra.
Sin embargo, a pesar de las denuncias efectuadas, los menores siguieron hostigando a su hijo y es así que el martes lo fueron a buscar a la salida del instituto.
«Me llamó para que lo fuera a buscar, pero cuando llegue era una batalla campal y a mi hijo lo estaban patoteando. Me metí desesperada y también me pegaron y me tiraron al piso», contó la mujer. Hoy su hijo está bajo cuidado médico y se siente responsable de toda esta situación.
«La institución se está ocupando del tema, está pidiendo a los padres que hablen con sus hijos para que esto no se repita», contó Esther y sobre su hijo indicó que «serán los psicólogos los evaluarán el momento en el que podrá volver al colegio, pero tiene miedo y siente mucha culpa, cree que todo esto es por su culpa».
